domingo, 13 de marzo de 2022

¡CÓMO LES GUSTA LA CHAMBA!

Que los más de dos años de pandemia iban a cambiar significativamente nuestras vidas parecía una cosa de locos en una sociedad tan trabajadora, sana y fiel cumplidora de sus obligaciones como la nuestra; sin embargo, hoy, más que nunca, ello se hace realidad y resulta estar más evidente que la esforzada chamba que realizan nuestros queridos hijos de la guayaba, llamados popularmente chongresistas; pero la cosa (la chamba), sin lugar a dudas que no solo los ha cambiado a estos travagadores, sino, en muchos casos se ha vuelto otra pandemia y con características más graves; al punto que “aparecen recientemente contagiados” y por lo tanto, como  se hallan al borde del internamiento obligado en una sala de cuidados intensivos, recién se les prendió el foquito y solicitan (a como dé lugar) unas necesarias licencias o permisos por motivos de contagio inmediato de la Ómicron.

Asimismo, sabemos que un sindicato es aquella asociación de trabajadores encargada de cuidar los derechos de sus asociados. De otro lado, existe la posibilidad que nuestros hijos vuelvan a las clases presenciales en las entidades estatales según lo declarado, confirmado y autorizado por su ministro de educación, generando una expectativa inusual y casi olvidada porque ya estamos jorobados y no sabemos qué hacer con nuestros “aplicados” estudiantes en casa todo el santo día… en el celu.

-¿Y a qué viene tanto fufurufu, my dear boss?

-Bueno… Si es para cantarse de risa: Según declaraciones del dirigente del verdadero sindicato magisterial, tan solo a una semana de iniciar la clases y “…tomando en consideración la integridad de nuestros queridos alumnos, no se cuenta con las condiciones suficientes para garantizar una educación de calidad… Luego, hay que postergarlas por…digamos 15, 20, o 30 días más; sin embargo, afirma,  podría ser más atinado que sea todo el tiempo que requiera el arreglo y construcción de aulas, baños, carpetas, pizarras y demás implementos necesarios para realizar un buen dictado de clases… que además falta…”

-¿Y qué diablos han hecho como docentes, institución o gremio durante estos más de dos años? ¿Cómo es que han aprobado sus alumnos para ser promovidos al grado inmediato superior? ¿Cuál es el balance de los objetivos logrados a través de las clases virtuales? ¿Cómo pueden demostrarlo?

-“Ahhh… bueno… este… -responden- Eso es trabajo de las ugeles, del ministerio o de sus autoridades… Nosotros solo cumplimos con desarrollar sus programas educativos… Además, ustedes pueden comprobar que no todos los docentes saben; digo, tienen su laptop; mucho menos los alumnos de las comunidades… y mientras no se solucionen estos problemas latentes… ¡No podemos dar inicio al desarrollo de las clases presenciales…”(?)

-Esta es la triste y paupérrima realidad del gremio magisterial, producto de la improvisación y surgimiento indiscriminado; tanto de incontables escuelas pedagógicas creadas en las seudo universidades y sus cientos de filiales, como en los institutos pedagógicos donde se pagaba cuatro soles la hora dictada sin importar la idoneidad de los docentes a cargo; así como también el gran porcentaje de enseñadores de tercera categoría o desocupados con quinto de secundaria no verificado, que por necesidad iban a “Dictar clases” a las provincias, distritos alejados, comunidades altoandinas o II.EE. refundidas en el monte… En otras palabras… al margen de la fecha de inicio, del cumplimiento de las disposiciones del ministerio o  del control que suele efectuarse…hay un grave problema que subyace en la formación ética y moral del docente nacional; donde la exigencia sindical se transforma en un trabajo eminentemente mercantil…”Porque el desempeño laboral, en esencia, está determinado por la cantidad de remuneración”. No importando el grado de responsabilidad frente a las futuras generaciones, el compromiso adquirido al asumir un verdadero rol de docente formador y, finalmente, el disponer de un mayor tiempo para otras ocupaciones que le rindan ingresos extras como los conseguidos durante la pandemia…O sea, las necesidades cambiantes de las grandes mayorías han equivocado la labor esencial del docente en general, al igual que otros profesionales que están obrando de la misma manera: ver la forma más fácil de no cumplir con sus obligaciones adquiridas con el estado, primando en sus mentes la comercialización de su trabajo y la mercantilización de sus habilidades, aún cuando el estado, nosotros sus habitantes les hemos pagado su profesionalización y especialización… Pero prima su equivocada “calidad de vida” y su anhelado estatus social…

-Dicho de otro modo, my dear choche… seguimos metidos en la mermelada de siempre…

-¡Obvio! Continuamos escuchando y sobre todo oyendo con la orejas bien paradas, los cantos de sirenas…o las repetidas canciones populistas que, al hacer eco en los huecos cerebros de los habitantes de Perusalem, las tomamos al pie de la letra como ciertas, únicas, especiales; donde, existe la seguridad que esta vez, sí van a ser cumplidas todas y cada una  de las promesas electorales: educación de calidad… desaparición de la pobreza, acabar con la impuntualidad, la improvisación y la indiferencia; etc. etc.

-¡Y aquel avanzar con la ayuda efectiva de la tecnología en 5G con 1000 megabites por segundo, metidos ya en el metaverso, en base a mucha investigación, amor al estudio; restaurar la familia y volver al hogar?

-¡Ahhh…! ¿Eso? No nos corresponde… Es para otras latitudes… donde sí reconocen el trabajo del prosor.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario