lunes, 29 de noviembre de 2021

EL TUTURUTU III (Continuación)

 Hasta nuestros oydos han podiu llegar estos chismes tan guardaus com´ún rico tapau repleto de monedas d´ioro y plata qu´ian perdurau hasta la fecha sobre este mentau personaje; puesss tuitos ellos s´ian tejiu, grashas a las priocupadas y devotas beyatas lengua´ytrapo… dende los perdius años de mil seteshentos ochent´y tantos, cuando casi desaparece esta bendita ciudá.

-¡Sí, peee… nos cayó un tremendo terrimoto que nos hizo añicos… D´iaseguro, -deciyan-, porque los sajras d´estos pagos y sus alrededores nos estavámos portando muy mal, hashendo miles de cochinadas frente a sus propios ojos y´el Tatito Dios, muy enojau, nos castigó pueee…

-¡Sí, peee… comadrita, no quedó en pie n´iun racay! No respetó ni la iglesia mayor, sí pueee… se vino abajo y´asta el Tuturutu se nos cayó al suelo y dispués no sabiyan ande ponerlo…

Lo sherto es que los mandamases del Cabildo andaban con la torocma muy pesada porque nuestra Plaza d´iArmas pareciba qu l´abiyan bombardiau. Las altas torres, que pareciban orar al shelo desaparesheron; no habiya n´iun arbolito parau… y´asta la pileta del centro quedó hecha añicos junt´ua los restos de nuestro Trompetero Mayor por los suelos y con sus alitas tuito quebradas; de su sonora trompeta y´iel brazo que l´agarraba solo recogieron algunos restos… y´asta creyo que de su mano nadies sabiya nada…

-¿Y´ande lo mandaron pueee…?

-Creyo que and´el taller del Caytano…

-¡Nooo, no! A uno de sus ayudantes se l´iabiya escapau la lengua y cuentó que com´ua don Cayetano no le cayía bien aquel soldau qu´estaba tuito chancau y, principalmente porque… ¡Vos no sabís nada?

-¡Maver con misiá Catia… con quién creís que estáis hablando? Soltá el atau!

-Pero… no vais a dicir a nadies… ¡Es un secreto! Dicen que… Don Cayetano… de los Heredias, pueee… No t´iagáis la coja, tamién… Si vos lo conocís y… bien…

-¡No tan bien como su mercé, pero apurá, apurá que me muero por conocer l´historia y t´iaseguro que no gua a contar a nadies… Luego, luego; maver…

-Dizque una terrible noche d´invierno, pasada la hora nona y tuita llena de camanchaca, estaba escura, escura y muy cargadita de violentos rayos y juertes truenos, Don Cayetano estaba pasando a´ladito de su taller y sintió qu´iadentro habiya un ruido endemoñau… Priocupau hasta la coronilla, chapó la llave y abrió desesperau su grande reja de fierro y tacpiando com´ualma que catata el diablo, sacó juerzas d´iande seya y, temblando com´un enfermo con tershana, dentró a su taller…

-¡¿Y qué pasó, qué pasó, Maver pueee, Mariquita; que me tenís colgando d´iuna pata?!

-¡No podiya creyerlo: al pobre, casi se le salen sus ojos, puesss no creyía lo qu´estaba catiando… Una media docena de demoños, como duendes remollendo a más no poder junto con el Tuturutu, engüeltos en trajecitos qu´ialumbraban cada quien con su luz diversa qu´iaciya resaltar sus estraños y vivaces rostros iluminaus con interminables carcajadas y chancando enloquecius tuitas las cosas de metal qu´iallí habiya, haciyan rondas y más rondas, tomaus de la mano, hashendo una delirante y´estraña reguñón d´iaquellas criyaturas que tuito el mundo deciya que n´uexistiyan…

-¿Y´eso era tuito lo qu´iabiy encontrau en su taller? ¡La pucha…!

-¡Nooo… porqu´eso so´luera el principiooo…! Dicen qu´el Don teniya en su casa tres coros bien chiquitos y qu´estos no paraban de llorar tuito el santo diya… y´apartir d´esa noche le pediyan ir al taller… pa´ ponerse a bailar con los duendecillos…

-¿Y no tuvo solushón aquel encantamiento?

-¡Tuvieron que llamarlo al obispo… pa´que los santigüe…!

-¡Y´el Tuturutu?

-A Don Cayetano, no le quedó otra… que mandarlo a la cárcel!

-¿Y asunto acabau?

-¡Nooo…! La fiestita de los endiablaus duendes  s´iabiya pasau a la cárcel y… tuitas las noches era la misma jarana! Los pocos presos, muertos d´espanto y muy arrebataus, reclamaron porque no podiyan chapar n´iuna gota de sueño y´el temor creciya y creciya más cada diya en sus condenadas celdas, porque los diablillos no contentos con hacer tanto ruido, los estaban amenazando con catatarlos como trapos wiswis p´al otro mundo.

-¿Y del Tuturutu no se supo nada más?

-¡No sé si será sherto, pero cuentan… dizque que contrataron un nuevo fundidor qu´era muy cristiano, después de bañarlo por tres diyas en agua bendita y junto con el obispo, en una d´esas, s´escuendieron en el mismito taller y a media noche pudieron chapar a uno de los duendes… Al más moviu, lo chaparon de una de sus largas y puntiagudas orejas y, qu´el mismo sirvió de molde pa´cer el nuevo Tuturutu.

AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz

A´ladito: diminutivo de al lado; a su costadito

Camanchaca: neblina

Catatar: llevar, arrastrar

Guardaus: guardados

Lengu´aytrapo: de boca muy suelta, habladora

Mentau: mentado, aludido; nombrado constantemente

Moviu: movido

Pa´cer: para hacer

Tacpiar: caminar con dificultad; avanza dando tumbos

Tershana: por terciana, estado febril con tembladera

Tuturutu: monumento emblemático de Arequipa, ubicado en el centro la Plaza Mayor

Racay: vivienda muy sencilla; improvisada

Reguñón: reunión

Sajra: diablillo, juguetón; movido

Soltá el atau: desembucha; habla

Tapau: tapado; tesoro enterrado

Wiswi: sucio, cochino

No hay comentarios.:

Publicar un comentario