Hasta nuestros oydos han podiu llegar estos chismes tan guardaus com´ún rico tapau repleto de monedas d´ioro y plata qu´ian perdurau hasta la fecha sobre este mentau personaje; puesss tuitos ellos s´ian tejiu, grashas a las priocupadas y devotas beyatas lengua´ytrapo… dende los perdius años de mil seteshentos ochent´y tantos, cuando casi desaparece esta bendita ciudá.
-¡Sí, peee… nos cayó un tremendo terrimoto
que nos hizo añicos… D´iaseguro, -deciyan-, porque los sajras d´estos pagos y
sus alrededores nos estavámos portando muy mal, hashendo miles de cochinadas
frente a sus propios ojos y´el Tatito Dios, muy enojau, nos castigó pueee…
-¡Sí,
peee… comadrita, no quedó en pie n´iun racay! No respetó ni la iglesia mayor,
sí pueee… se vino abajo y´asta el Tuturutu se nos cayó al suelo y dispués no
sabiyan ande ponerlo…
Lo sherto es
que los mandamases del Cabildo andaban con la torocma muy pesada porque nuestra
Plaza d´iArmas pareciba qu l´abiyan bombardiau. Las altas torres, que pareciban
orar al shelo desaparesheron; no habiya n´iun arbolito parau… y´asta la pileta
del centro quedó hecha añicos junt´ua los restos de nuestro Trompetero Mayor
por los suelos y con sus alitas tuito quebradas; de su sonora trompeta y´iel
brazo que l´agarraba solo recogieron algunos restos… y´asta creyo que de su mano
nadies sabiya nada…
-¿Y´ande
lo mandaron pueee…?
-Creyo que and´el taller del Caytano…
-¡Nooo,
no! A uno de sus ayudantes se l´iabiya escapau la lengua y cuentó que com´ua
don Cayetano no le cayía bien aquel soldau qu´estaba tuito chancau y,
principalmente porque… ¡Vos no sabís nada?
-¡Maver con misiá Catia… con quién creís que
estáis hablando? Soltá el atau!
-Pero…
no vais a dicir a nadies… ¡Es un secreto! Dicen que… Don Cayetano… de los
Heredias, pueee… No t´iagáis la coja, tamién… Si vos lo conocís y… bien…
-¡No tan bien como su mercé, pero apurá,
apurá que me muero por conocer l´historia y t´iaseguro que no gua a contar a
nadies… Luego, luego; maver…
-Dizque
una terrible noche d´invierno, pasada la hora nona y tuita llena de camanchaca,
estaba escura, escura y muy cargadita de violentos rayos y juertes truenos, Don
Cayetano estaba pasando a´ladito de su taller y sintió qu´iadentro habiya un ruido
endemoñau… Priocupau hasta la coronilla, chapó la llave y abrió desesperau su
grande reja de fierro y tacpiando com´ualma que catata el diablo, sacó juerzas
d´iande seya y, temblando com´un enfermo con tershana, dentró a su taller…
-¡¿Y qué pasó, qué pasó, Maver pueee, Mariquita;
que me tenís colgando d´iuna pata?!
-¡No
podiya creyerlo: al pobre, casi se le salen sus ojos, puesss no creyía lo
qu´estaba catiando… Una media docena de demoños, como duendes remollendo a más
no poder junto con el Tuturutu, engüeltos en trajecitos qu´ialumbraban cada
quien con su luz diversa qu´iaciya resaltar sus estraños y vivaces rostros
iluminaus con interminables carcajadas y chancando enloquecius tuitas las cosas
de metal qu´iallí habiya, haciyan rondas y más rondas, tomaus de la mano,
hashendo una delirante y´estraña reguñón d´iaquellas criyaturas que tuito el
mundo deciya que n´uexistiyan…
-¿Y´eso era tuito lo qu´iabiy encontrau en
su taller? ¡La pucha…!
-¡Nooo…
porqu´eso so´luera el principiooo…! Dicen qu´el Don teniya en su casa tres
coros bien chiquitos y qu´estos no paraban de llorar tuito el santo diya…
y´apartir d´esa noche le pediyan ir al taller… pa´ ponerse a bailar con los
duendecillos…
-¿Y no tuvo solushón aquel encantamiento?
-¡Tuvieron
que llamarlo al obispo… pa´que los santigüe…!
-¡Y´el Tuturutu?
-A
Don Cayetano, no le quedó otra… que mandarlo a la cárcel!
-¿Y asunto acabau?
-¡Nooo…!
La fiestita de los endiablaus duendes s´iabiya pasau a la cárcel y… tuitas las noches
era la misma jarana! Los pocos presos, muertos d´espanto y muy arrebataus, reclamaron
porque no podiyan chapar n´iuna gota de sueño y´el temor creciya y creciya más
cada diya en sus condenadas celdas, porque los diablillos no contentos con
hacer tanto ruido, los estaban amenazando con catatarlos como trapos wiswis
p´al otro mundo.
-¿Y del Tuturutu no se supo nada más?
-¡No
sé si será sherto, pero cuentan… dizque que contrataron un nuevo fundidor
qu´era muy cristiano, después de bañarlo por tres diyas en agua bendita y junto
con el obispo, en una d´esas, s´escuendieron en el mismito taller y a media
noche pudieron chapar a uno de los duendes… Al más moviu, lo chaparon de una de
sus largas y puntiagudas orejas y, qu´el mismo sirvió de molde pa´cer el nuevo
Tuturutu.
AREQUIPEÑISMOS:
basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz
A´ladito: diminutivo
de al lado; a su costadito
Camanchaca: neblina
Catatar:
llevar, arrastrar
Guardaus:
guardados
Lengu´aytrapo:
de boca muy suelta, habladora
Mentau:
mentado, aludido; nombrado constantemente
Moviu: movido
Pa´cer: para
hacer
Tacpiar:
caminar con dificultad; avanza dando tumbos
Tershana: por terciana,
estado febril con tembladera
Tuturutu:
monumento emblemático de Arequipa, ubicado en el centro la Plaza Mayor
Racay: vivienda
muy sencilla; improvisada
Reguñón:
reunión
Sajra:
diablillo, juguetón; movido
Soltá el atau:
desembucha; habla
Tapau: tapado; tesoro enterrado
Wiswi: sucio, cochino
No hay comentarios.:
Publicar un comentario