lunes, 26 de julio de 2021

EL LOMO CHAPENS (I)

Después de haberle pegado un visté al título, no cabe la menor dudad que tu desbordante imaginación voló a mil por hora y se te vino, al toque, una potente morenaza con 20 abriles encima, portando un último modelo del tipo 90-60-120; o bien que dicha frase era un simple juego de letras o anagrama para llamar tu atención; pero no, no es solamente un aparente juego de palabras, ni que este texto pretenda estar referido directamente al evolucionado y digno de ser llamado Homo Sapiens. Sin embargo, de alguna manera debe que estar en comunión con lo sapiens, con lo sapiente de dicho bicho, porque tal expresión corresponde a este promiscuo mono que pretende ser otro animal y, por esta sola razón, quisiera tomar tu rancia humanidad para propiciarte alguna forma de distracción, regocijo o simplemente el esbozo de una sonrisa para quitarte esa cara de pot… de potro reacio a la doma, con la que has amanecido esta mañana de miércoles.

-¡´Tonce… ¿a qué tanta cháchara?

-¡Calmantes, Montes; aunque tú eres Pérez! ¡Calmantes, Pérez!

Resulta indudable a estas alturas de la maldita pandemia (presumo que ella será aquel hecho trascendental que, en lo sucesivo, marcará hitos, pero no solo señas, hechos, estigmas; sino, que más deben parecer mojones y a montones; tanto así que seguramente será tomada como referencia temporal, en cualquier conversa; es decir…

-¡Claro, peee… eso sucedió en plena pandemia, ¿nooo?

-Efectivamente, la sentida desaparición del Cofla, fue a causa de su flaca llamada La Pandemia, porque se pegaba a todo el mundo…

-¡Sí, peee…! ¡Porque nunca se olvidará este período 2021-2022… lleno de miedo, muerte, desolación… y cuidado; que la maldita ahora se viene por olas! Así que… no agites mucho las aguas…

Pero a pesar de esta maldita peste, cuyo nacimiento se presume estuvo en la especial dieta china basada en sus sabrosas brochetas de vampiros  King size, sumados a su afán desmedido de hacerlos conejitos chinos al cilindro, invadiendo a los hijos de la GB o UK, EE.UU, Asia, Latinoamérica, África, no parando hasta llegar a todos los rincones del infectado globo; más la muy desgraciada prosigue con un entusiasmo reproductivo; tan activo que, al toque, parió sus propias versiones: inglesa, africana, brasileira y la india; luego no sería raro que pronto aparezca la versión chola con todas sus características: sentimental, quejumbrosa hasta lastimera; pero, inmediatamente, a manera de compensación innata, vital y desesperada, le pondrá más empeño a su maquinita de fabricar wawas (y que conste, solo por necesidad existencial y perduración de la especie).

-¡´Tonce, esto que practicamos parados, a pie o en el asiento de atrás -a cada rato-, no es culpa nuestra… simplemente se lo debemos a nuestros instintos de supervivencia, a la fuerza de nuestros genes, a no querer desaparecer de este cochino mundo, pero que también tiene sus ricas cochinaditas que bien vale la pena preservarlas, cuidarlas y mantenerlas intactas; más aún, estando en pleno uso de nuestras inaguantables facultades… reproductivas; aunque estemos permanentemente agujas o botados en plena lona, pateando latas; tan solo… para no perder el ritmo.

¡Claro peee… nosotros los perusolimitados; digo, perusolimitanos, solo disponemos, durante el día, de todas las ganas que tiene un beato elevado a los altares por haber hecho votos de abstinencia de trago y absoluta castidad, para permanecer todo el santo día tranquilos (a pesar de todo), rezando y golpeándonos el pecho, como dignos fieles acólitos por ser fervorosos católicos; incapaces de generar ni siquiera una pizca de malos pensamientos… Pero por las noches, la cosa cambia y salen a relucir nuestros instintos cavernarios, nuestros apetitos ancestrales por todo aquello que se mueve rítmicamente (especialmente pantalones, faldas y polleras), y no hay miramientos, diferencias o consideraciones con la ansiada y rebuscada víctima; pero aclaro, por siaca, tan solo por ser un reclamo propio de nuestras hormonas y los millones de resabios alojados en nuestro pobre organismo y débil mente; tenemos que hacer gala de ser buenitos sapiens, un poco muy pillos, pero los más capos entre los sapiens; entonces, nuestros pobre instintos, full virus, chaparon la fórmula de sus colegas C-19, C-22 y C-34 y, sin tener tiempo para pensarlo, hoy siguen chapando a diestra y siniestra; sobre todo, a la siniestra y, por tal motivo, lo siguen y han jurado hacerlo hasta el muere, llegando indefectiblemente a la meta, incluyendo temporalmente, hasta la consumación de los siglos o la del portador sumamente entusiasmado al estar cumpliendo buenos actos con sus semejantas, hambrientas de atención y cuidado; tomando muy en cuenta nuestros altos preceptos morales y religiosos, que hoy en día son practicados más que nunca.

-´Tonce, Choche de choches, ¿lo nuestro no es una falla de fábrica? ¿nooo…?

-¡Imposible! ¡eso sería aceptar que tenemos limitaciones… porque el sapiens es sapiens y estamos haciendo todo lo posible por ser el sapiens de sapiens en el menor tiempo posible (dadas las circunstancias asesinas de la pandemia), y ya empezamos por modificar el nombre de sapiens por el de chapens; luego, y como una lógica consecuencia natural, espontánea y exigente le daremos fiel cumplimiento a tal nominación.

-´Tonce, ¡a chapar se dijo!

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