Dende shempre, himos llamau loco a tuito aquel semejante que n´uera tan sano como nosotros; el que ni siquiera guardaba aparenshas de un güen cristiano; puesto que se saliya de la manada y se portaba juera de los común; es dicir, el pobre era un tanto olvidau del Tatito Dios y era raro en tuito lo qu´iasiya; tamién habiya aquel otro tipo que decididamente le fallaba la torocma, le faltaba un tornillo o no estaba en sus cabales, Mas, tamién, valgan verdades, cuando cualquier criyatura del Señor cometiya algún acto que llamara la atenshón o se sallera algunas veces del redil, por ejemplo, un güen muchacho, pero por haberse macmau hasta las patas, se saliya de sus cabales, entonce… se convertiya en un loco.
-Güeno, ´tonce, ¿a que viene
el cuento, su mercé?
-¡Calmantes, montes! ¡Rebellón
en la lloclla! Aquí vamos… necesariamente tuito el mundo d´esta parte de
Chullo, Las Tres Cequias, Tawaycany, la Calle Nueva y más abajo; quienes
quisheramos yir pa´la recoba de l´Alantiquilla o pa´la ciudá, teníyamos que
pasar por frente a su sastrería qu´estaba d´iajunto la Calle Grande (hoy Av.
Zamácola), y muy bien me recuerdo, mientras habiya luz del sol, este artesano
se veyía tranquilo, sentau en su banco, junto a la puerta con sus lentes puestos
a media nariz y la infaltable aguja presta entre sus trejos dedos pa´coser los
trajes de sus clientes, que n´ueran pocos.
Cualquiera podría pensar que por
ser llamado “loco” tal vez en lugar de hacerte un terno, t´iariya un panatalón
corto con un chaleco como saco; pero no. Tan conociu era el artesano, que se
convirtió en tuita una referensha y tuito el mundo te deciya: -d´iande el loco
Castillo, ahisito nomá, a la güelta de´lasquina, está tal Picanteriya del
Arenal… la tienda de la Juana Paderes o la Calle Grande. Sí pueee… ¡era todo un
personaje! Luego, al igual que yo, d´iaseguro, tuito el mundo que sabiya de su
mote, no sabriya cómo explicarse… porque de loco no teniya nada!
-¿´Tonce, su mercé…? ¿A qué
veniya eso de loco?
Alguna vez, yendo con mis primos
pa´cachir alfalfa d´iuna tabladita cerca a la liña del tren, y´astabamos
pa´amarrar la brazada, cuando uno de mis compinches, nos alvirtió, poñéndose un
dedo sobre los labios:
-Shhh… n´uagan ruido… qu´iallí
viene el Loco Castillo…
Y aquella inmensa figura pareciba
un desconociu, puesto que aura estaba casi calato; solo trayía un calzoncillo
por pantalón y una malla en la cabeza. Pasó cerquita de nosotros escuendidos.
Estaba sudando a chorros y cada tranco veloz iba sobre un durmiente y proseguía
su loca carrera.
Llegamos prontito a cada una de
nuestras casas y no hicimos ningún comentario; sin embargo, algo quedaba en el
jondo de mi mente: -¿Por eso es loco? Al momento, me cambié los caucachos, pues
teniba qu´ir a la recoba. Y´astaba por llegar a su sastreriya y m´iacordé de
esa madrugada. Iba pensando en lo
musculoso y juerte de su cuerpo, cundo, d´iadepronto, vi una figura
humana metida en pleno torrente de la cequia. Era más o menos las seis y media
de la mañana y jamás pude ver persona alguna bañarse en l´acequia, pues,
d´iaseguro que le daba una pulmoniya de Padre y Señor miyo. ¡Si pueee… era el
mismito Loco Castillo!
-¡Maestro Castillo, muy
güenos diyas!
-¡Buenos días, hijo!
Y siguió con sus abluciones como
quien estariya bañándose en un ojo d´iagua callente o por lo menos tibia… pero
él, allí, estaba solo con su calzoncillo puesto y gozando de lo lindo en su
baño matinal.
Años más tarde, tuve que recoger
un terno de mi padre al que teniya qu´iacerle algunas modificashones y darle
una planchadita, pues habiya un matri dentro de dos semanas y mi tata teniya
que yir muy pije.
-Maestro, Castillo, güenos
diyas… hi veniu pa´recoger el terno de mi tata… aquí está la plata…
-¿Vos sois… el hijo del
Pancho… ¿nooo? ¡Si pues, yo te conozco… Tienes que esperar un ratito… solo
falta planchar…
Tomó el saco, le colocó debajo su
“alma” y luego chapó la plancha que tuaviya botaba humo y´empezó a planchar
diestramente. Mientras tanto, no sabiya cómo ni qué decirle en ese momento.
Solo le zampé una pregunta:
-Maestro… ¿por qué se baña
tan temprano? ¿No l´iace mal?
-¡Nooo… hijito, ya es
costumbre… Esto lo vengo haciendo desde veinte años atrás! Por eso es que me
ves aquí bien parado, saludable y ejerciendo mi arte, la sastrería…
-Pero… también lo vide por
el Pastal… corriendo por la liña del tren…
-¡Claro, primero una persona
para ser sana, debe hacer mucho ejercicio o gimnasia, ¿lo sabes?
-¡No, nosotros no
acostumbramos a hacer ejercicio tan temprano… solo jugamos fulbol…
-¡Por supuesto, hay que leer…
leer mucho y bien; esa es la diferencia… conmigo!
-¿Y yo lo podriya hacer… lo
mismo?
-Primero, debes empezar por
leer… hacerlo correctamente, respetando puntos y comas… si pudieras en voz
alta, para que tú mismo te escuches… así aprenderás más; luego, si gustas te
puedo prestar mis libros… Pero, ya terminé el terno de tu padre, ¡llévalo y
vuelve cuando quieras aprender d´iadeveras, como vosotros decís! ¡Ya sabes, hay
que leer y leer bien!
Tanto s´iabiyan metiu en mí sus
últimas palabras, que luego, luego, me dije: -¡Yo tamién voy a ser loco!
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo.
Carpio Muñoz
Alma: almohadilla o base de tela para poder planchar algunas partes de una
prenda
Cachir: cortar alfalfa con las manos
D´iadeveras: en verdad
Liña: línea
Luego, luego: inmediatamente, al instante; al toque
Lloclla: torrentera, cause
Macmau: macmado, embriagado, borracho
Pije: bien vestido
Recoba: mercado, plaza,
Tabladita: terreno pequeño; chacra de poca extensión; sembrío corto
Torocma: cabeza, mente
Trejo: diestro, muy capaz; que domina el arte u oficio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario