Cada mañanita, cuand´uiba con m´iermano mayor, cerquita al pastal pa´comprar las dos brazadas d´ialfalfa pa´los conejos y las liebres, habiya que cruzar el acequión qu´iabiya de junto a los chiqueros, detrás de la huerta, y que veniya tuitos los diyas bien cargau dende l´Antiquilla, bajando tuit´uel tiempo por frente la tienda de mi tiya Juana Paderes y la sastreriya del Loco Castillo; luego, luego, saltando y saltando alegremente, corriya por la casa del Miguelito Barreda y di´aquel molino de junt´ua la lloclla y´ese puente de palos pa´que pudieran pasar las personas y las góndolas qu´iban hasta Alto de Amados. Pero ambos laus d´esa gran correntada d´iagua pa´regar las chacras estaba chipadita con grandes matas de hojas verdes y redondas de Matecllos cubiertos con sus alegres gallinitas rojas y anaranjadas; y´además, d´iaquellos inmensos sauces llorones, los rosados molles; muchos sauces chilenos y´alguna qui´otra mata de cañas. Casi shempre estos árboles andaban chipaditos de juguetones jílgueros amarillos, negros, combinaus y los buscados cabiznegros que cantaban de lo lindo, hashéndonos sentir con muchas ganas de alegrarnos la vida.
Tonce… daba gusto tacpiar tuito
el camino oyendo esa linda música cada mañana que cayíba dende lo alto d´esas
ramas verdes, que de tanto en tanto, teniyan unas pintitas amarillas, qu´ia
cada rato abriyan sus picos pa´dejar escapar esos hermosos cantitos que m´iapretaban
el corazón. Así pueee… tamién habiyan en sus tupidas ramas una tracalada de
cahuanchitas madrugadoras, uno qu´iotro canario cantor y pareciba que tuitos se
poniyan d´iacuerdo p´ofrecerle sus lindas canshones al Tatitito Dios y a la
Mamita de Chapi.
-Oíte, Mateeeyo… ¿por qué
no mejor guardáis tu cacha y´apuramos el tranco pa´llegar and´el Tiyo Lucas…
Mira que no´semos levantau tarde y tuaviya te ponís a chapar a cualquiera
d´esos pajaritos que cantan tan bonito ¿y los querís matar?
-¿Cómo se t´iocurre eso? Solo
quiero darle a la rama pa´que se caigan y tengamos esa musiquita en la casa?
-¡Pa´los sonzos! Lo que
querís es probar tu punteriya! ¿Nooo? Mejor, mañana vamos a las chacras del
Juan de Dios Llosa y chapamos unos cuantos jilgueros o… si se puede algún
canario; aunqu´estos son muy matreros y difícil que caigan en la liga… ¿qué
decís?
Y sin escuchar respuesta alguna, m´iermano,
si´arremangó el pantalón, se quitó d´iun tirón los caucachos que y´astaban
p´enterrarlos con su velita a su costau y trote, trote, chimbó apurau la
lloclla, trepó rapidito esa pequeña subida llena de tierra y pronto estuvo
listo p´emprender el cruce de las chacras q´uiban hast´el lugar ande se haciya
el corte. No tuv´iotra que hacer lo mesmito y redepente y´astube al borde d´esa
tablada de maiz llenito de Paraguay; era un aviso pa´poderle meter unos cuantos
choclos a la talega, pero eso er´outra cosa.
-¡Apuráaate pueee… Benito, ¿no
qu´estabas apurau pa´comprar l´alfalfa?! Tenís que meterle más mote al cogote
pa´que seyáis co´mueste tu jefe! Y mañana mismo, ´amos a chapar esos benditos
jígueros… ¡Apuuurá! Qu´esta noche tenemos que preparar la liga…
Al día siguiente, fuimos a
comprar dos tercios de alfalfa y regresamos tantito, com´aulma que lleva el
diablo. Desayunamos al trote y pedimos el correspondiente permiso. Apurados, llenamos
un bolsillo del pantalón con tostau cabanita y el otro, con una chuga de
chancaca. ¡Pucha, que n´uabiya manjar más rico qu´esa merienda, mientras
chapábamos aquellos pajaritos cantores tan esperados. Llegamos al sitio y vimos
a´ysas grandes tabladas de trigo recién calchau que pareciban hechas d´ioro. Junt´uaellas
las matas d´isemilla y´nabo tamién estaban maduras y ya se veyía qu´esto seriya
una serenata de fiesta dada por los mejores ccaperitos con alas y d´este lugar.
Con mucho cuidau, sacamos la liga de nuestras bocas y preparamos las ligosas
trampas. Nos tendimos sobre el piso, esperando escuchar un aleteyo desesperau
en cualquier momento; mientras, sacamos un puñau de tostau y le metimos diente
junto a un güen bocau de la fresquita chancaca.
-Oíte, Beno, creyó que ya cayó
un cabiznegro… dend´iaquí veyo que no puede safarse de la liga… Shsss, shss… no
hagáis ruido, qui´aquí voy a revisar las trampas… Seguíme, pero sin hacer
ruido… shsss…
Al día siguiente, teníamos tres
jaulas con sus encerrados y desesperados cantores, que dende qu´iapareció la
mañanita armaron una gran competensha de canto. Sin lugar a dudas, el canario
era el más empeñoso en dejar escapar sus canshones; a pesar de todo, tamién
sabiya qu´ellos teníyan mucha pena por estar encerraus y no podiyan cantar
alegremente com´uantes, en su querida y´acostumbrada libertá.
Pasaron varios diyas y como pasaba
a cada rato por sus hermosas y cuidadas jaulitas, dos de ellos, me pareciban
tranquilos, hasta contentos por el cuidau que
se les daba; pero el amarillito, de pronto dejó de cantar, sobre todo
por las mañanas y me teniya bastante apriocupau. No podiya permitir esto; solo
me quedaba hacer una cosa:
-¡Benooo… Benitooo… ¿No sabís qu´iapasau
con el queriu amarillito cantor?
-¡Nooo…! En desta mañana
l´uesentiu como nunca…hasta creyí qu´era otro el canario qu´estaba trinando de
tantita alegriya… ¡D´iaseguro que aurita lo golvemos escuchar… díaseguro!
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo.
Carpio Muñoz
Apriocupau: preocupado
Bordo: borde de la chacra
Cabiznegro: que tiene la cabeza negra
Cacha: honda, resortera
Cahuanchita: tortolita; palomita silvestre
Caña: carrizo
Ccaperito: deriv. de ccapero, músico aficionado que animaba las fiestas
Conejos: por cuyes
Chipadito: cargado, lleno, repleto
D´iaseguro: con seguridad
Góndola: nombre del bus en la antigua Arequipa
Jílguero: por jilguero
Liga: preparado doméstico para atrapar avecillas en base a pepitas de
la llamada liga, mascándolas
Lloclla: torrentera
Matecllo: texao,
planta silvestre, emblema de nuestra Arequipa
Tostau: por tostado
Tracalada: montón,
conjunto, hartos, bastante; muchos
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