Que la torcida brasileira es una de las más grandes concentraçoes fanaticadas do mundo, es tan cierta como que, en estos seu piores momentos, em tudo Brasiu, milhoes de torcedores están doublando a esquina, estirando la pata o perdiendo por goleada frente a un desconocido equipo que lleva por nombre Covid-19, más conocido en el mundo de las eliminatorias mundiales como el Sporting Pandemia o la terrorífica Guillotina de Wuhan. Mas, el problema en sí, para los melhores profissionais y treinadores de futebol do mundo brasileiro, es su total desconocimiento acerca de la principal arma enemiga, un chinito bautizado como Sarcov bajo la camiseta N° 19; quien, a la fecha, se ha conveltilo en el telol le las lefensa cariocas, flu, fla, chapacoenses y todas demás, ya que el jaladito asesino posee la endiablada gambeta de Ronaldinho Gaúcho, dejando como postes a todos los contrarios, es un mortal cabeceador y único goleador, más efectivo que Lewandowsky y Pelé juntos; pues hasta la fecha no hay táctica que pare al diminuto fantasma, ni que todavía hayan inventado un sistema capaz de detectarlo; dado a que, una vez con la bola en cualquiera de sus venenosas patas, despunta incontenible, se tira a toda la defensa, rompiendo la cintura a ambos laterales y, previa huachita al central, no se sabe de dónde diablos saca cada disparo, dejando un atajador menos en este mundo; así se trate de Allisson Becker, a quien lo deja Weberton y desairado hasta las Moraes.
Pero será la misma torcida la que
podrá argumentar que tan solo se trata de otra patinada de la sua presidencia
del Mensonaro, el Carioca Incrédulo, quien únicamente aceptó la posibilidad del
virus, cuando le metieron un increíble pase a boca de jarro y fue tumbado por
el fantasmagórico Covid-19 justo, y solo lo pudo gozar cuando le sacaba el jugo
a su samba en plenas relaciones (administrativas), luego de vivirla durante
tres encuentros seguidos (a la pandemia), resultando con una fiebre de 45°
propiciándole un tremendo delirium tremens (aunque el TAS supone otras causas
más embriagantes); entonces, el Sonsonaro, tudo él noico y descocado, gritó
desde su tribuna presidencial:
-¿O que aconteceu
com minhas secretarias? ¡Edecán, onde ch… eles estiveram! Vocé as coloca em
quatro…
-Mas, mas, pero…
Vocé, meu estimadinho senhor Presi… ¿Cómo faco para colocá-las asim… em público?
-¡Vocé, obedece e
acabou! ¡Eu quero eles asim, inmediatamente!
-Ma… vocé sabe que
a Embaixada de Sambia está presente e há mais de 500 convidaus…
-¡Vocé os tras para
mi ás quatro, agora!
-¡Ahhh…! As quatro…
¡Nao em quatro!
Sin embargo, a estas horas, en este
país del sagaz tipo que sigue los pasos del Lagarto, junto con su Gabinete;
además de muchas otras autoridades políticas, judiciales, educativas y cientos
de jefaturas burocráticas seguirán tranquilos en sus cargos; muy a pesar de seguir
haciéndose los locos pa´la chamba, los intocables y los vacunados sin querer
queriendo. Únicamente, Perusalém entero estará con una diarrea mental de la P.M,
al enterarnos, que el agüita inoculada ni siquiera estaba bendita, porque
corrió tanto aceite por lo bajo, que nuestros compradores aseguran que por
casualidad se mezcló con las vacunas en tantas idas y venidas; y finalmente, porque
no se contaba con las “frígidas” condiciones … En consecuencia, solo queda
aplicar una de las últimas tentativas para reducir el peligroso despunte de los
caviares por un lado, y de los entreguistas, por la derecha; pero para ambos se la tienen jurada y palabra de Vlady,
que no llegan ni siquiera al pitazo inicial. Así que… ta, ta, ta, taaa…
Todo esto, sin saber la gran hinchada
blanqui-roja, que lo peor… no va a ser la postergación del Campeonato mundial
de Fútbol Katar 2022 por culpa del antiguo y conocido bichito Covid-19; si no,
con la fácil llegada del nuevo virus, a través de la Transoceánica, de una
parte; y de la otra, gracias a los esotéricos estudios manipulados por nuestros
eruditos infectólogos de Chule, El Chorro y El Cardo, (y ojo, solo en sus conclusiones preliminares),
han establecido que el nuevo virus es enteramente brasileiro, a no dudarlo, en
base a las siguientes razones torcedoras, tan propias del mais grande povo verdeamarelho:
a) El largo tiempo de convivencia
con el COVID-19 bastó para ser declarado oficialmente como meu melhor namoradinho
do mundo, e hizo que este virus también tomara os hábitos futboleiros de esos
habitantes hechos solo para el futebol;
b) Por ser batuqueiro, dicho
pendexinho, posee una cintura, velocidad y regate incomparável; pues este nuevo
virus es casi de outro mundo: súper veloz, cabeceador y efectivo;
c) Además, se ha addentraddo
tanto en el brasilleirao que para cantoriando tudo o día: Amigo meu… Y si al
inicio tarareaba Eu quero tener un milhon de amigos, agora no solo quiere
invadir la Amazonia, y tudos sus ridículinhos vizinhos, sino chegar a ser o
mais grande do mundo.
-¡Melhor, el prossimo campeao ser na Argentina!
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