Según aseveraciones de los pocos estudiosos que quedan aquí, en Perusalem; es decir, los pocos que afirman por su santa madrecita que son capaces de leer un par de párrafos al día y lo más increíble, ser capaces de entenderlos; sin embargo, resulta otra parajoda que para aplacar los desmedidos hambres producidos por la maldita pendemia, cada vez que cae de casualidad un libro, volumen, tomo o toda una enciclopedia, en lugar de devorar línea por línea hasta concluir íntegramente todo su texto, prefieren mandarse las tapas de los libros (mejor si son de cuero), pa´ disimular su inanición mental; pero, ates que nada para no seguir desfalleciendo de a pocos por meterle algo a nuestro reseco buche; pues al jurar por todos los cielos que nuestra real situación económica está jodida que la compra de las vacunas; y no solo ello, sino que está hasta su poto. Y no un poto cualquiera, sino, un poto extrafino, puro hueso y desconfiado… como el poto de Robocop, que deja toda la pulpa en casa y precisa de un esforzado estilacho sacado desde el fondo del sacro para moverlo con gran esfuerzo; además de muchos rezos pa´que se note que realmente es un poto.
Sin embargo, según comentan las malas lenguas, esta maldita situación
económica, social, política, educacional y chancatoria, es peor que la aguantada
en la posguerra habida con los rotos de abajo; la misma que también llegó a nivel
Biafra con el cachaco Odría, con el viejo Prado, con el pasivo Belaúnde, con el
fogoso Chino Velazco, con el otro chino Fuckingmore o peor, con el Megalodonte
de la estrella. Es decir, simple y llanamente estamos recontra agujas, pero hasta
el cubo… digámoslo, con más propiedad… ¡hasta el poto, pero elevado al cu…bo!
Pero, como no hay mal que dure 200 años, gracias a San Martincito del
Covi, la Mazzettii y el hoy San Alonso Quijano de Uchumayo, siguen confundiendo
a estas privilegiadas mentes que solo quieren pensar en comer, pero los
discursos no llenan buches, ni las mentiras duran toda la vida. Mas este santo
populorum de Perusalem, ampliamente conocido a través de su brillante historia
por haber sido: humilde, honrado y sacrificado; ahora se ha puesto a trabajar
con tanto ahínco y entusiasmo que ha cambiado; sino, veamos:
-¡Caserito, ¿sus huevos?
-¡Bien, gracias; toditos completos, sanos y grandotes… por siaca…
-No, digo, sus huevos de gallina… ¿cuánto cuestan?
-¡Cincuenta solcitos la docena! Es que los míos… son orgánicos y sus
padres son unos avestruces… ¿no ve? ¡Sí, son unos huevones!
-Comadre, Ratilda, ¿a cómo está su pescado?
-¡A 120 solcitos la pieza!
-¿Cómo? Si esto me parece un robo completo, comadrita…
-¡Yo solo hago caso al cartelito! Ahí dice: ¡Róbalo!
-¡Comadrita! Que no es para tanto… ¡Qué barbaridad! Ahora el
pescado está por las nubes, ¿nooo?
-Pero, Comita linda… ¡Cómo no va estar a ese precio… si los pagos del
último trailer refrigerado que hemos adquirido, no los quieren prorratear… y
los intereses nos comen… así que los otros tres tendremos que venderlos… pues
necesitamos platita pa´amortizar nuestras tres nuevas carretas…los dos taxis y
tres mototax…
-Doña Edu, pero…¿qué es esto? Este pan está recontra calentado…
Creo que es de la semana pasada… hasta el color… ¡Estos están tal cuales unas
piedras!
-¿Cómo va ser…? Si me lo han traído recién ayer por la tarde… ¿No es
cierto, hijita?
-¡No, mamita, ese es del lunes pasado… el de ayer está en otras
bolsas…
-¡Hola, don Manuco! ¿Cómo están sus paltas?
-¡Bien gracias! ¡Orgánicas y parecen pura mantequilla!
-¿Cómo están de precio, don Manuquito?
-Baratitas, como siempre… a 15 soles!
-¿El kilo?
-¿Usted cree que me las he robado? ¡Cada una! ¿No le he dicho que
son orgánicas?
-Pero si yo lo he visto traerlas en un costal…
-¡Ahora vienen así!
Solo, triste y acongojado, cogí mi bolsita vacía y me fui directamente
a la feria de las verduras en la seguridad de encontrar unos precios más
económicos que me permitiesen compensar la falta de hortalizas para poder preparar
algunas ensaladas y esto fue lo que encontré:
-Buenos días, doña Racacha, ¿cómo le baila su zapallo? Parece que
está dulce como la miel, ¿nooo?
-¡Deje usted de joder, don Beno! Que no estoy pa´bromas esta mañana…
-¿Qué mosco le ha picado, doñita? Seguro que el muy sapo debe ser
recontra venenoso ¿nooo?
-¿Acaso hay necesidad de hacer público lo nuestro? Solapa nomás, que
mi zapallo está más rico que nunca; pero… ¿quién diablos quiere saber que somos
ricos?
-¡Entoncesss…, como siempre, me separas una rajita!
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