SALVE, MADRE
Antes del principio ya estabas tú
para ofrecer, amorosa, tu nido, tu
cuidado y tu amor;
luego, presta, llegaste en ese bendito
chorro de luz infinita
junto con tibios manantiales de leche y
de caricias.
Y no hubo escarpadas, abismos, ni asomos
por tapar mi luz o esconder tu presencia,
a pesar de los vaivenes y los amenazantes
dolores…
Desde siempre allí estabas y seguías
anhelante
de brindarte en cada beso por completo,
de entregar tu corazón, gota a gota
de cantar un arrorró con toda tu alma;
aunque mil espadas tu vida amenazaran.
solo ponías sobre tu pecho -como escudo-,
una voluntad de acero, y una bondad a
toda prueba.
Y así a través de mi existencia, la única
que para ti contaba,
asido fuertemente de tu mano, seguro caminaba,
avanzando libremente por la vida.
Madre, inagotable rayito de luz, de fe y
fortaleza,
perpetuo cobijo de amor inmensurable;
tibia ala de torcaza que, semejando ser frágil
plumita
azotada por los vientos, tempestades y
huracanes;
los convertías en suaves brisas, tenues
soplos;
pero con esa chispa divina y recta, en la
otra mano,
exigías amor a Dios, patria y demás
hermanos;
y no admitías lo malo, lo burdo, lo falso;
y cogías ese bendito látigo de tu sentido
verbo
que lastimaba hasta el lomo más fuerte,
solo eran sabias enseñanzas en hierro
candente,
y con ejemplo, nos repetías tu más precioso
legado:
¡Avanza libre, no te detengas! -Aquí tienes las armas
para conquistar el mundo; ¡Es todo tuyo!
Y cada regaño dado con tanta ternura, me
puso
gigantes alas en mis ansias, y mucho
sentimiento
en todas mis acciones.
¿Mas… cómo quieres que pasen desapercibidos
cada letra, cada canción, cada libro…; mi
vida misma?
si llevan tu sello imperecedero: devolver
a la persona amada, el doble de todo lo recibido:
en ternura, en amor, en sacrificio…
¡Sigo rogando a Dios que pueda conseguirlo!
JBP. 10-05-2020.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario