Abrumado por la rápida
sucesión de hechos tan desgraciados, los que han ido minando poco a poco mi paupérrimo
bolsillo y mi inicial espíritu emprendedor, como lo han sido: el Coronavirus,
la pandemia, el estado de sitio, el distanciamiento social, además de contar
con la presencia de mañanas que presagian mal agüero a través de detestables
presentaciones hechas en todos los canales de TV y que, desde las 5 de la
mañana semejan un maldito séquito de esqueléticos zombis, buitres hambrientos y
viejas lechuzas puro forro, que parecen disfrutar leyendo sus espantosas
noticias que te dejan hecho un mojón de miedo; hasta que al medio día aparece
el Giselo para completarla y meterte, sin asco, una seguidilla de dudas asesinas
que te hacen deambular a la deriva como un gran estúpido por los prohibidos
ambientes sociales, hoy, tristemente vacíos. Total, tras 53 días de abstinencia,
sin un solo ingreso en mis moribundas arcas y lo poco ahorrado, agotado hasta
las cachas, sigo pateando latas, basureros y cilindros cargados de
desesperación y a punto de ahogarme en una maldita neurosis.
Es decir que todos los boletos
vendidos para un sorteo extraordinario entre los 32 millones de cojudos con el
fin exclusivo de ganarse todita la mala suerte, desgraciadamente toditos me los
he comprado; no sé con qué plata y es la razón por la que acabo de tomar una
decisión (lo único que puedo tomar). Estoy a punto de escapar de mi fatal encierro,
desplazar a cualquier veneco y pedir limosna en la puerta de una comisaría
cercana, porque por allí, deben pasar menos desahuciados dispuestos a dejar
algunas moneditas. Pero, amigos, díganme, si no es para matarse: yo vivía feliz
de la vida, porque soy dueño de un pequeño hostal, aunque está un poquito
alejado de la city y no deseo señalar con precisión su exacta ubicación por lo
poco que me queda de…seguridad. Solo en honor a que ustedes son de mi entera
confianza les puedo decir -al oído- que lo tengo en la Variante, su fachada es
de color rosado y que por las noches tiene un pequeño foquito color rojo (no puedo
conseguir de otro color) y además no funciona correctamente porque
constantemente prende y apaga; sin embargo, todo lo demás está Ok: ¡Shhhh! allí
los espero caletas, cuando quieran… Tan solo tengo 12 camitas redondas y con
agua tibia en cada uno de los diez pisos con yacusi incorporado, música
ambiental de todo género, canales de Tv exclusivos, atención selecta a la
habitación y un servicio completo A-1. Ahora están llenas de otro tipo de
polvo… porque ya no tengo personal a cargo.
Los días pasan y, sumamente
acongojado hasta los cocos, no veo algún asomo de luz al final de la inmensa
playa de estacionamiento… Será que ya no como mis acostumbradas machas, tolinas
ni ocotis y estoy perdiendo mi maldita vista de lince; pero no, la wada es que
acabo de leer en mi celu que el ministro del sector que, atendiendo a los
innumerables pedidos de la HHH, Asoc. de Prost… digo, de Hoteles, Hostales y
Huecos anónimos, donde graciosamente me quiero incluir, porque no nos ha
llegado ningún tipo de bonos, % de CTS, canastas ni nada de nada por ser
altamente independientes e informales, recién está por terminar de redactar sus
protocolos del sector después de 20 días, ya que sus 15 secres están enfermitas
y no hay quien pueda tomar nota en sus agotadas rodillas y sus múltiples
asesores no pueden darse ese trabajito porque no corresponde a su categoría,
según lo estipulan las normas impuestas
por el vice. Según esta propuesta, ya están en el dispositivo N° 333
para poder hacer efectiva la apertura de un hotel; para las hostales… ojalá que
salga en octubre, pero para que lo aprueben y después lo publiquen… con
seguridad que será indefectiblemente para diciembre.
Mientras tanto… ¿qué mi…chi
hago con mis facturas por pagar, con los servicios postergados, con mi
personal; sobre todo, con mis clientes… que en este momento y por primera vez,
están muy ocupados, saliendo a las calles después de 10, 20 y 25 años de
servicios? Ayer mismo, tres de ellos (los más asiduos concurrentes), me han
llamado todo el día y peor por la noche… No me han dejado dormir… Pero ellos no
saben que mi material A-1, al segundo día de la pandemia (no sé cómo se
enteraron), cambiaron de giro y están vendiendo artículos para la sanidad
pública y me han contestado que ahí se trabaja menos y se gana más… Luego, no
creo que vuelvan por aquí y no sé cómo responder a mis choches de toda la vida…
Creo que yo también vendo este local y me tiro un huevo de plata vendiendo
material… pero que sea aquel para la sanidad pública. ¿O nooo, choches?
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