Y VAMOS CON LA SEGUNDA

-Mi Estimado Sofobernedo, increíbles los resultados obtenidos en estas elecciones… ¿nooo? ¿Y a qué crees que se debe la aparición de estas nuevas tendencias inesperadas, acaso impropias o tal vez absurdas? Puesto que ya se sabía de la participación de un nuevo grupo de electores jóvenes y que su pronunciamiento resultaría ser un claro rechazo a la corrupción, a la ausencia de autoridad junto con su nefasto sistema de gobierno; pero que, en el fondo, también resultaría ser un jalón de orejas al congreso, al gobierno de turno y al joder judicial, tanto nacional como local… what chu chey yu?

-¡Muy simple! Mi dear Watson. En Lima:

1.       La imposición manifiesta de los grupos de poder;

2.       A la influencia de los gestos personales, especialmente por la TV y redes sociales;

3.       Un rechazo a los partidos políticos tradicionales con cúpulas enquistadas.

En Arequipa:

a)       Identificación étnica de sus fuerzas sociales inmigrantes, aflorando un soterrado odio ancestral por lo hallado, por lo establecido, por lo pregonado como patrimonio exclusivo de ascendencia genuina, pura y diferente;

b)      Influencia de los locutores radiales sin control; de los WhatsApp, chats, blogs, post, como vehículos contestatarios;

c)       Rechazo al tradicional chauvinismo manifiesto de siempre a pesar de ser una minoría poblacional;

d)      Ideal desplazamiento engañoso sobre la capacidad profesional y moral del candidato, prefiriendo sus flagrantes acciones negativas y escandalosas, aun a sabiendas que son punitivas, carcelarias y éticamente prohibidas;

-Pero, Inge, resulta obvio que allí moran razones más profundas que nos obligan a actuar de esa manera; ¿podría haber algo más ancestral, más oculto?

-Tendríamos que hacer una sesión de espiritismo y llamar al buen Carl Gustav Jung para que investigue el Yo, sabiendo que el Ello está vagando con Mr, Hyde… Sin embargo, y en un esfuerzo de buena fe, creo vislumbrar en lontananza del inconsciente colectivo la posibilidad de descubrir una causa lejana, oscura, tan misteriosa como el Big Bang; pero acumulada desde siempre en nuestro chip: el odio; sí, el odio por el sometimiento continuo, vivido desde el primer yanacona esclavizado en nuestras tierras por las diversas tribus que asolaron la región, hasta llegar a la conquista de los incas y sobre todo, la salvaje de los españoles y que ahora, nuestra joven Cholifornia trata de escapar buscando romper normas sociales, aunque para ello tenga que destrozar lo que consideraba suyo por derecho… Sin embargo, también podría haber dos causas inmediatas:

1. La perniciosa influencia que ejerce la TV a través de sus programaciones, donde se rinde culto (y luego se imita) a la nociva farándula, disfrazándola de diversión gracias a la venia del rating, a las imposiciones de las empresas comerciales; creando mentalidades obtusas, ociosas y violentas; así como los cambios obligatorios en el comportamiento exigidos por las redes;

2. Al Ministerio de Educación y su caduco sistema que hoy ha llegado al extremo de dar inusitada preferencia administrativa y documentaria, coludido con el SUTEP y su creciente olvido por su verdadera razón de ser: una real vocación pedagógica que desde siglos le está reclamando: formación científica, actualización permanente; decencia y proyección.

-Entonces, Inge, ¡la cuestión está jodida! Porque este círculo vicioso solo cambia de etiquetas y de actores; pero a la larga, caemos en el mismo pozo del subdesarrollo mental… de una mayor escisión económica y, por lo tanto, agranda las brechas sociales. Total, las elecciones solo son simples distracciones masivas que lo único que generan son supuestas intentonas de cambio…

-¡Más que jodida! Porque seguimos condicionados por las grandes fuerzas económicas y no permiten que nos demos cuenta de lo que sucede en el mundo; y lo peor, que podamos tener la capacidad propia y suficiente para analizar, proponer alternativas de solución y esto solo se logra con una educación de calidad, a la cual, tal como vamos, llegaremos en el     2 500 y esto… Y si es que nos vamos a la Nueva Arequipa con las mismas taras, también tendrá la misma resultante; porque nos hemos olvidado de enseñar a cantar y repetir permanentemente hasta que asimilemos eso de: Tierra Hermosa de excelsas virtudes, nunca pierdas tu cálida fe, que por siempre tendrás juventudes, que renueven laureles de ayer.