Wenseslao Thorpe era el nombre de
mi compadrito, un viejo inmigrante venido quien sabe de dónde; pero él pervivió,
desde siempre, metido en nuestra vecindad, construcción vetusta de precarios
cuartos o simples habitaciones unifamiliares arrimadas las unas a las otras,
fungiendo de departamentos completos que en la práctica se convertían
mágicamente, con un solo chasquido de dedos , en una sala primorosa, un
acogedor comedor o un funcional dormitorio
provisto con tres camas para doce personas; completando sus servicios con un
único baño dispuesto solo con horario
incorporado para que no ocurran ingentes atoros ni inundaciones en cantidades
navegables. Pues el atento y solícito gringo, gracias a sus cualidades de
experto ingeniero gasfitero, también era ducho en composturas de artefactos
propios de la línea blanca y electrodomésticos, su increíble experticia incluía
radios, tornamesas o tocadiscos y alguno que otro artefacto utilizado en nuestras
precarias cocinas. “El Rocoto”, que era su chaplín de reglamento, otorgado
dentro de aquella vetusta edificación del siglo anterior que ahora alojaba 13
familias (mínimo siete integrantes por cuarto, incluyendo perro, pericote y
gato). Asimismo, lo de Colorado, se lo había ganado a pulso con méritos propios…
y ajenos; ajenos a su noción de paciencia en español, su precaria tranquilidad
o su total ausencia de una correa capaz de soportar los chistes, indirectas, el
doble sentido de nuestros mensajes o peor, las chapas o nicknames que identificaban
a todos y cada uno de los supervivientes de esta paupérrima vecindad, rica en
ingenio, pícara y mordaz; pero, sobre todo, chismosa hasta las orejas:
-Comita, “Airampito”, ¿ya se
enteró que la “Rabo Loco” está en bolero y con cuatro meses metidos en el bombo?
-¡Ese dato es viejo, Comadrita “Hilacha”,
la cuestión es que no se sabe quién la llenao… aunque se sospecha que es el
tombo del segundo patio, el “Pistolero Fustrao”, pueee…; pero eso no es nada…
lo bravo es…
-¡¿Qué ha pasado, Comita,?!
¡Suelte, suelte la primicia de último minuto… que aquí la tengo a… la abuelita
de la Mónica Delta… y además, la que siempre chismea en vivo y en directo!...
-¡No me joda así, vecinita… que seré
vieja pero no coj… como usted… bien sabe! Vecinita, ¿se ha enterado por qué el
“Colorao está tan fosforito?
-¡Pero si es su estado natural,
Comita! Ese gringo de miércoles desayuna, almuerza y come vinagre mezclado con
hiel y pólvora... No se le puede ni dar los buenos días porque recibes a cambio
una maldición en su media lengua.
-¡Pero eso no es nada! Comparado
con el lío en que se ha metido su Colorao…
-¿En qué problema se ha metido
ahora ese woncito?
-¡Qué tal cariñito! ¡Woncito
nooo! Cariño bonito, ¿es de Polo Campos, nooo?
-¡Coma, Comita… no me vengas con
wadas… porque yo las chapo al Toque…pala! Así, que escupe, ¡Escupe… peee! Que
me estoy comiendo hasta tus ojotas de pura desesperación…
-¡Para, para mamita…! ¿ojotas?
¡Las de tu mamita! Que yo calzo puro Lois Vuitton
-¡Ja, ja, de… second, ter y
cuarta usada, nooo?
-¡Dejémonos de estupideces, nooo!
¡Que usted debe conocer muy bien la del colorado!
-¡¿Qué cosa?! ¡no me tire su
bola! So semejante player profesional…
-En serio, comadrita… Se comenta
en el tercer patio que… el Colorado le está arrimando la “cuja” y solo por las
noches… ¡Ahhh!
-¡Sí, así es, comadrita! ¿Y
porque se ha puesto coloradita, coma? ¿pica, pica por kilos?
-¡Naranjas, cholita! Que yo tengo
lo mío…y está de rechupete todavía…
-¿Y porque vas todos los días a
su taller y estás metida toda la mañana…? Tanto, que ni compa Daniel, tu
marido, varias veces te ha puesto reventada y hedionda como un camote morado…
al no encontrar el papeo preparado, ¿Ahhh?
-¡No! Eso fue porque no tenía mi
calentadora debidamente aceitada… así que tuve que llevarla la Colorado para
que personalmente me la ponga en forma y pa´qué, me la dejó brillando y
funcionando a mil revoluciones por segundo… hasta parece nuevecita…
-¿La calentadora o tu batidora?
Porque son muy famosas tu par de cuchillas Bormix
-Bueno, bueno, ¿Y qué tendría que
yo me “vea” con el Colorado? ¡Yo estoy solterita y sin compromiso… ¡En cambio,
tú, que tienes cinco hijos… tres compromisos… y cincuenta… aficionados!
-¡Ni tanto! Ni tanto, ¡pero lo
tuyo sí que es el colmo! ¡Cómo es posible que se hayan metido los dos en una
refri… y por cinco horas?
-Bueno, bueno… Fue una cuestión
circunstancial… Resulta… que caí en sus redes, digo, fui desesperada y muy
caliente para que me arregle el chasís por cuarta vez y él, atento como
siempre, me pidió que le ayude a comprobar si enfriaba el sistema que tenía por
arreglar entre manos y solo por una cuestión de solidaridad me ofrecí inocentemente
y tuve que desnudarme todita, sin sospechar siquiera que él también se metería
para refrescarse un poco; mas como nuestros puercos alcanzaban los 50° sin ropa,
preferimos quedarnos dentro hasta que nos bajase el entusiasmo.
Desgraciadamente, de un momento al otro, cambió al sistema frost y yo me
congelé en sus brazos y no tuvo otra opción que darme respiración boca a boca
hasta conseguir el ritmo adecuado y así proseguir en su prueba.
-Y de una cosa, se pasó a otra
¿nooo?
-¡La verdad que no! Pero yo se lo
advertí… conociendo lo terco y su media lengua del Colorao; sin embargo, a
pesar de mis suplicantes ruegos, él echó llave por dentro y prosiguió metido en
sus cuatro y me replicaba:
-¡Yo consiguir la temperraturra
arecuara… mover, mover, mover more. Ya prenderrme chispa… ¡dale, dale, dale; no
parar, no parar. Y yo le supliqué, le rogué y le imploré: -por lo que más
quieras, ¡vamos afuera… vamos a tu mesa…! Que se van a enterar y pueden pensar
que otra cosa está pasando aquí… Pero como tu compadre es una perfecta mulaaa…
-¡Sí, pueee… sigo sin conocer a
esta mula de mi compadre! ¡Chaucito, comadrita!
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