Cualquiera
hubiese pensado que este singular campeonato entre empleados públicos sería uno
más de tantos; pero no. Este tenía unas condiciones especiales porque desde su
inicio “acordaron a sangre y fuego” hacer algo diferente; es decir, esforzarse
para tratar de trabajar… alguna vez, ya que resultaba
muy conocida su
estrategia: puro amague, un dribling endemoniado y cabeceo al por mayor.
En efecto, y por
rara coincidencia, el primer encuentro había sido ´programado´ entre “Los
Invictos del INPE” (quedaban muy pocos) y sus colegas “Los Innombrables de la
SUNAT”. El arbitraje estaría a cargo del Colegio de Abogados creyendo que con
ello estaría garantizada la limpieza e imparcialidad del encuentro. Jueces de
línea: Colegio de Contadores y Colegio de Administradores; ¡para qué más! Con
ello se aseguraba que el campeonato quedaría en manos o los pies de los más
pillos del sector.
Por lo
comentarios en las tribunas se sabía que mientras el INPE tenía una defensa integrada
por dos celadores de 1.80m de alto por 2 de ancho, propiciaban ataques
inopinados francamente demoledores, pues eran expertos en robar y luego
esconder la pelota en su campo todo el tiempo. Sus escapadas eran cosa de locos,
gracias al apoyo incondicional de su medio campo compuesto por los llamados fiscales
de turno; mientras que, por el otro lado, sus colegas de la SUNAT finamente
uniformados (con la merca incautada), eran especialistas en el cobro de faltas,
inventar quejas, denunciar solo a los equipos más misios y propiciar remates
desde fuera del área legal; sin embargo, sus delanteros eran expertos en disparar
y fusilar a cualquier cosa que se moviese o tuviese pretensiones de hacer su propio
negocio dentro o fuera del campo.
El encuentro se
iba tornando en una franca lucha de ida y vuelta, pues se disputaba entre
sabandijas del mismo gremio, hasta que el superintendente de la SURAT, rojo de
ira, quitó al DT de un plumazo y asumió algo por primera vez: cambió a los tíos
de su medio campo, que más parecían dos pesados tanques de la Primea Guerra
Mundial, por dos jóvenes jefes, uno de la Unidad de Control y el otro de los Cobros
Judiciales y transformó al equipo; además propuso a sus delanteros un incentivo
que nunca le fallaba: traslado por seis años a la Oficina de Ticlio. Estofue
suficiente para que termine la primera parte a su favor: 5 goles a 1.
En el
entretiempo, los preciosos, digo, los reincidentes del INPE, rabiaban a morir y
recurrieron a su táctica infalible: chicha canera de papa fermentada por 3 años
y después de meterse tres galones (cada uno), también cambiaron a su Coach y
pusieron al “Trinche”, jefe del Pabellón 3 de Alta Peligrosidad. Este les dijo,
con un machete en la mano:
-¡Escuchen bien!
Les prometo un cilindro de chica si ganamos. Hay dos cosas que tienen que
cambiar in-me-dia-ta-men-te: que tú, Caimán del Altiplano salgas a cortar…
-¡Alucina, loco!
¿Con el verduguillo… que lo tengo listo como canillera? ¿o con el más grandecito
que lo tengo como travesaño en el arco?
-¡No seas won!
Que salgas a cortar sus centros… así nos han hecho 4 pepinos. Y la segunda,
apenas los desgraciados de la SURAT pasen el medio campo, chucean la pelota y
la desaparecen; luego, se hacen los locos -como siempre- y ya estando frente a
sus defensas, les muestran estos verduguillos tamaño especial y… ¡van a ver
cómo les ganamos el partido por goleada!
Casi al final
del encuentro, estaban 7 a 7. Faltando 13 segundos, los del Penal, como todo el
segundo tiempo, robaron otra pelota y se escaparon en mancha -mismo Prison
Breake-, solo que el Negro Cañón, su centro delantero, tenía la estrategia
tatuada en ambos brazos, hecha con chaira (para que se pueda notar). Después de
tirarse a toda la defensa, y solo frente al arquero, sacó su poderoso
retrocarga y pasó caminando bola y todo hasta el fondo del arco contrario.
Al día siguiente, y como siempre, los improvisados comentarios de la
prensa futbolera, seguían repitiendo el mismo cuento y ya estaban proponiendo
al imparable campeón el “Negro Cañón” para que integre la selección nacional…
porque realmente era el rey de las fugas por el centro (y desde cualquier
Centro)… un verdadero asesino para los arqueros contrarios. Ahhh y sobre sus
salidas para los entrenamientos y partidos oficiales… tampoco habría problema;
se “harían algunas movidas” (una chanchita en coco$) para conseguir su bendita
prescripción. Total, la blanquiroja y su clasificación para Rusia 2018 tenían
carácter de prioridad nacional. ¡Gooooool peruano, carajo!
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