LA CARTITA DE PPK

Querido Santa: 

Esta nostalgia hecha una rabia i-na-guan-ta-ble, me está llegando al Top Egg, sobre todo  por el reciente linchamiento perpetrado contra mi Kuycito más aprovechado y por ello, mis bolas están por reventar a punto de quedarnos sin árbol navideño en Palacio; y conste que no es por efecto de las ´fantasmales´ arrugas atribuidas a Jaimito; sino, por otras “sospechosas observaciones” con fuerte olor a delincuencia y aulladas hasta el delirio por la jauría: Becerrol-Bullder;  pero eso no es nada comparado con las polladas-danzant con quema de llantas y asentamientos que semanalmente me organizan los zurdos del otro extremo; y para colmo, cargar con un déficit de 999.000 soles en la caja chica de la presidencia -en menos de cinco meses-, por el costoso ropero kingsize para vestir adecuadamente a mi Angie.

A estas alturas, la mera verdad, te envidio; pues preferiría ser tú, Papá Noel, ya que condiciones me sobran y no merecen ser descritas para no jo…lestar estas fiestas de paz y tranquilidad. Permíteme, Santa, por esta vez, ser un niño más en este país de miér…coles, donde Angie –en su máximo momento de delirio febril, pues estaba con gripe- me pidió ser la Primera Dama y me embarqué en este maldito pleito; sin embargo, las cosas que te voy a pedir… van a resultar una bicoca… para ti; y son:

Completar el misterio navideño chongresal en vivo y en directo, pues ya tengo al trío central: Meche (que sigue buenaza), como la Virgen María; Fernando, un San José redondo pero carismático, y como Jesusito, lo regresaría a Jaimito, pero luego lo van a acusar de tirarse algo del nacimiento. Ya tengo un perfecto asno con mucha fuerza y es popular, aunque está flaco y hocicón. De la vaca, ya sus colegas la insinuaron por sus innatas condiciones lácteas. Para el resto de animales, -don´t worry!, tengo un huevo de mulas, perros y aves de rapiña, en donde priman los otorongos y va a parecer un nacimiento charapa. Mas lo que me falta es un buen gallo que cante en mi gallinero; además, necesito una versión nueva de la notable Inquisición para convencer “por las buenas o por las otras a todos los infieles”. De los caballos, patos y ovejas… no te preocupes… aquí hay millones de dónde coger.

¡Please, Santa! Para finalizar, solo quiero pedirte tres juguetes: el 1°, un trencito eléctrico que vaya de Loja hasta Iquique, porque el que prometí en campaña, resulta misión imposible: ahora cuesta el triple, según nuestros honrados asesores del MEF y las materias primas hoy en día se están regalando y ojo que aquí no hay ningún afán revanchista, nacionalista o patriotero, solo es para hacer puro turismo interno, jo, jo, jo.

2°, Un pequeño trasatlántico (como el Titanic y si pudiera tener el mismo fin, mejor) para invitar a las colonias (rojas, amarillas y negras) que vayan a pasar unas vacaciones interminables por el Triángulo de las Bermudas y vean las bondades que ofrece el lugar… y ojalá les guste, al punto de quedarse indefinidamente, je, je, je.

3° Tener una sucursal de Lamia Co, para que, en el lapso de tres meses, realice viajecitos periódicos con dirigentes, equipos técnicos y árbitros locales, y si sobreviven, empiecen a capacitarse obligatoriamente y luego vayan al Instituto Oftálmico Barraquer de Colombia. Posteriormente, enviarlos, con una beca integral, al Instituto de Massachusset para que les hagan injerto de masa gris y puedan mostrar algo de sentido común en sus ´atinados´ cobros (en moneda nacional ) Ji, ji, ji.

Esperando que esto no sea mucho pedir y, sabiendo que soy un niño bueno…que tomo mi sopita todas las noches… que escucho todas las huev… que me piden, pero que no les hago caso; hoy, como terapia, estoy practicando un solo de flauta… pero sin flauta (última novedad en Palacio). Te agradezco anticipadamente, en la seguridad de ser atendido con prioridad porque en este mismo momento llegan los últimos chismes que trae el SIN y puedo quedarme sin sillón del día de mañana, así que estaré sentadito y muy pendiente hasta la Nochebuena y, sobre todo, que me traigas entre mis regalitos a mi amigo Mora; caso contrario… ¡que se vayan buscando otra chambita esos benditos otorongos!