miércoles, 1 de junio de 2016

ÍNTIMA INUNDACIÓN


                                        
  

Doctorcito Chiro T. Fast:
Se me hace agüita la boquita por disfrutar de su acertada respuesta. Anoche, después de haber consultado con mi almohada (mi querida Pichi, fiel compañera de mis sueños mojados), decidí enviarle esta misiva. No sé cómo empezar, pues ya estoy empapadita por las ansias de ser servida y de la mejor manera. No soy una chica de muchas aventuras, pero estoy notando que, en los últimos tres meses, al cambiar de pareja me tocó un muchachito muy fogoso que me ha hecho llegar al delirio en forma repetida con cada encuentro. Esto es lo máximo; lo único malo del asunto es que con cada muere, termino totalmente empapada y la sábana queda convertida en una laguna portátil. pero mi ´choche´ Patricia (me ha confesado, certificadamente-dice-) cada orgasmo va acompañado de una emisión líquida proporcional a la intensidad del goce sexual ¿Será que tan solo sea una alucinación mía? porque con las justas consigo una lubricación adecuada. ¿El clímax puede ser figurado, inventado o ilusionado? Gracias.
                                                                      Aguedita del Río Mares, Aguada Blanca, Lauricocha.

Estimada Aguedita: en repetidas oportunities les hice conocer a mis pacientes (por su paciencia guardada a través del tiempo) que el hallar el punto “G” en una presa resulta tan difícil -aun contando con el apoyo de la última versión del GPS- como encontrar un dedo invicto de tocamientos íntimos. Sí, es muy cierto que con cada llegada al muere, en tu especie –porque ustedes son muy especiales-, va acompañada de una pequeña emisión líquida; pero, de allí que, tal como manifiestas en tu caso no es tan regular, llama mucho la atención, no porque sea una esporádica manifestación camino a convertirse en toda una disfunción, no solo capaz de mojar las sábanas (cosa totalmente normal); salvo que, como es el caso tuyo, después que has tenido un clímax súper extra motor oil en sumo grado te ocasiona un huayco de la GP con desborde de su cauce natural convirtiéndose en un aniego total que amenaza no solo con mojar a tu joven chancador, sino, que inclusive podría asumir características de piscina y que tu fiel acompañante no sepa nadar y que todo acabaría en un final trágico (para ti); porque al cadáver lo encontrarían mortalmente rígido pero con una sonrisa infinita de oreja a oreja.
Mas, reitero, no tienes que preocuparte por esta húmeda situación tan inoportuna, envidiosa y traicionera; sin embargo, por si las moscas, aparte de tu mochila salvadora ten preparado un pequeño bote y unos cuantos salvavidas… no vaya a ser que los encuentros vayan en aumento y el torrente se convierta en una inundación y así ambos tendrían más oportunidades de seguir disfrutando de sus diluvios amatorios. Saludos y no te olvides tus toallitas salvadoras ¡
                                                                               

                                                                                          

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