Mi antecesor, el modesto Homero
(por lo de modesto, ojo) se refiere a este machaska –bebedor, bohemio, chupeta,
drunk, choborra, guayacol, zampao, tieso, empapao, chato- tan solo como un
simple dios menor que fue criado por su tía, muchas ninfas y el anciano Sileno,
quien también era muy afecto a la mamadera hecha con vino puro y que para poder
permanecer en pie tenía que arrimarse entre dos sátiros. El mismo poeta ciego
cuenta que el anciano tenía el don de profetizar y así lo hizo con su amad
discípulo: -Hijo mío, prefiero llamarte Baco a secas y no Baquito porque suena
a chaplín y se va a reír toda la Élida… bueno, tu futuro es muy incierto… hasta
un poco desgraciado pero vas a gozar del vino en cantidades navegables,
asimismo vas a disponer de un ejército de bacantes, sátiros y Ménades… Dirígete
hacia el monte Nysa si es que deseas vivir porque… tu querida madrastra Hera te
quiere tanto como a su gigantesca papada que ya le está colgando sobre el pecho
y parece que tuviera tres chichis. Así que escóndete! coge tu morral y ponte la
única túnica que dispones y los atenienses están cansados de ver tu figura
obesa inflada como un odre reventando de vino. Por lo demás no te preocupes…
que yo me encargo de convertirte en chivo, con cachitos y todo… pero por poco
tiempo hasta que se olviden de tu hinchazón permanente.
Hubo una asamblea en el Olimpo
y Dioniso no fue bien recibido; es más, causaba pánico en la corte porque se olvidó
ponerse la túnica y solo se tapaba sus escondidas miserias con una hojita de
parra. Apenas lo divisó Hera mandó a Edones para asesinarlo, pero Tetis, la
diosa de las incomparables chichis salvó a su proveedor de pisco, vino y
aguardiente –le entraba firme a la vaina-. El salvado mancebo de 120 kg y 250cm
de cintura fugó a Tebas y, Penteo lo encarceló por andar con sus 20 favoritas
en paños menores. Sin embargo, en un momento de lucidez, le ofreció al rey una
serie de orgías a todo dar, la cual incluía 300 bacantes A-1, 400 macho-cabríos
junto con 500 tebanas very hot en el monte Cyterión, donde podrían escapar de
las miradas y del chisme de las viejas cortesanas, especialmente de la jamona
de su mujer.
En cambio, bajo a Etolia, donde
el rey Eneo lo recibió con los brazos abiertos al igual que su mujer Altea
quien no por gusto se llamaba Dipsómana y se entregó totalmente al nuevo dios.
De dicha unión nació Heracles o Hércules. En agradecimiento por semejante
regalo, Baco le confió el secreto para hacer el mejor vino de toda la
península.
En virtud de tal acontecimiento
en Anthesteria empezaron a celebrarse festivales anuales en honor al recordado
Baco durante el mes de febrero y ´lo traían´en un barco repleto de flores, de
ninfas y nuevo vino. Esta tradición llegó a Roma bajo el nombre de Carrus
Navalis, lo que posteriormente toma la denominación de carnavales, pero los
fines y los medios no han cambiado nada hasta la fecha.
El ciego aeda más famoso de
todos los tiempos también nos relata que el culto a Dionisos o Baco repercutió
en toda Grecia por el éxtasis y la embriaguez que se lograba en dichas fiestas;
las mismas que incluían tragedias, comedias y sátiras. La tragedia en honor a
Tragos o macho-cabrío representada por campesinos disfrazados de cabras,
cabritos y cabrones; la comedia, de Commos o banquete (todos se banqueteaban
unos contra otros) terminando completamente felices y sin arrepentimientos.
Asimismo, por mis
investigaciones efectuadas en las cabeceras de Camaná (ya habrá motivo para
hacerles conocer sus rollos y principalmente sus textos descifrados del arameo)
pude saber que los ataúdes romanos llevaban la figar del dios Baco como
intermediario para conseguir la vida eterna; que posteriormente, fue
reemplazada por la imagen de Jesucristo.
Indudablemente que este dios
caló muy profundamente en los momentos de esparcimiento: celebraciones,
homenajes, recordatorios; hasta el tratar de conseguir el “olvido” de muchas
situaciones consideradas con aciagas, desgraciadas o de carácter irremediable, sobre
todo esto último que lo hemos tomado al
pie de la letra… pero vale la pena… o no?
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