sábado, 4 de julio de 2015

HÉRCULES

Hablar de héroes mitológicos griegos es, representarse, en primer lugar, a Heracles o Alceo, hijo de Herculano y nieto de Herculón. Destaca sobremanera este prodigio de ser humano, por sus grandes dotes de virilidad (?), fuerza, coraje, orgullo, candor y sexapeal, pero por sobre todo por ser líder indescutible del team The Pink Panthers; ya que su dominio de ambos pies resulta indiscutible, según rezan los mitos grecos. Rezan por ocultar (+ de 3 siglos) estos chismes, pero todo sale a la luz tarde o temprano.



Bueno, todo el mundo sabe –inclusive usted- que su hermosa madre, Alcmena, le puso cachos –mismo Minotauro- a su esposo Anfitrión; quien se pasó de anfitrión permitiéndole a Zeus tomar su imagen, meter los cuernos y engendrar dos gemelos: Heracles e Ificles hacia el 1,282 aC. Hera, esposa de Zeus, al sentirse desplazada por su monta, montó en cólera y le puso dos serpientes en la cuna de Heraclitos, pero este ni se inmutó; por el contrario cogió una en cada mano y fabricó una cartera con dos pares de sandalias. Zeus tampoco se quedó de manos cruzadas y en venganza volvió a engañarla para que amamantase a su cachorro. Cuando ella descubrió la artimaña porque sus hijos nunca vaciaron sus dos porongos en menos de cinco segundos; retiró bruscamente sus grandes surtidores chorreándolos por el firmamento y así creó la Vía Láctea.

Un día de miércoles y estando con su hermano recibiendo clases de música, Lino, su maestro le llamó la atención a Heracles (tras cinco cocachos y dos patadas con su sandalia metálica), por no poner atención para sacar el do de pecho acompañado por su flamante lira y, en cambio, no despegaba sus ojos del do de pecho de la despampanante ´doncella´ quien fungía de secretaria cama adentro. El muchachote se enfureció, cogió la lira y la hizo sonar como una marcha fúnebre en el costillar de su maestro, dejándolo tan frío e inmóvil como un bloque de hielo. Gracias a Anfitrión que se pasaba de buena gente, absuelto, fue enviado al campo para cuidar rebaños.

Herculito no aguantó esa vida campesina y optó por el arco. Desde sus primeros encuentros, pronto reparó sus preferencias por patear con ambos pies: por una parte prefería la compañía de su esposa Mégera, con la que tuvo varios hijos o, de la otra, guardaba tributo por Ífito o su sobrino, indistintamente; pues como era ambipiestro no dudó en dejar el arco y pasar al medio campo para jugar tano  la vanguardia como en la retaguardia.

Sin embargo, la cólera de Hera persistía y la había transformado en ira-cunda. Enterándose que el héroe se hallaba en Escalia tratando de escaliar un monumento a la belleza llamada Yole. Preparó una trampa e hizo que el insigne mancebo participara en un concurso de tiro con arco, pues el premio era conceder la mano de la mismísima princesa. Los hijos de Eurito –quien era el padre de esta real top model, participaron ganando a todos los demás competidores. Avisado de ello, Heracles dijo: -Esto es payayita para mí… que me los traigan y uno por uno me los meto al…bolsillo! Efeitivamente, ahora él iba ganando la competencia y todas sus flechas daban en el blanco. El padre, sabedor que anteriormente, el maldito loco cuasi ganador había matado a su esposa, hijos y sobrinos detuvo el certamen y lo declaró cerrado por falta de sana competencia mental en  uno de los participantes, que no eran sus hijos.

Asimismo, cuentan las malas lenguas de la Hélade sobre una de las más grandes leyendas en torno a la figura modelo de fuerza y perfección física: “Capturar y Domar al toro salvaje de Creta”. Este feroz toruno expulsaba fuego por sus narices causando grandes estragos en Creta. Euristeo le encarga domar a la bestia. A Hércules le bastó aplicar tres llaves triple Nelson, lo coloca en posición de caramelo al piso y logra montarlo; lo coge por los cuernos y les echa un nudo ciego con lo cual deja de resoplar fuego y lo conduce a través del Mar Egeo hasta Micenas donde queda libre…

Después de mil y una peripecias, el héroe se casa con Deyanira como premio por haber ganado el duelo al dios-río Aqueloo; pero, al tratar de cruzar el río Eveno para regresar a su sitio, el centauro Neso se ofrece para llevar a la princesa hasta el otro lado. En el trayecto se enamora de ella y, apenas estuvo en la orilla opuesta, huyó con su preciada carga. Hércules se enfurece otra vez, saca su arco de 2 brazas con 30 medimnos de peso y dispara un flechón envenenado que le da en pleno corazón al raptor. Este, moribundo, dice a Deyanira: -Toma un poco de mi sangre para que te la apliques cuando sientas falta de amor. Ella celosa de Yole, le entrega una túnica a Heracles manchada con la sangre mortal del centauro. Más este era tan poderoso que el manto nuevo le ocasionaba cosquillas, pero, poco a poco se le fue rasgando a la piel y aquel veneno termina por metérsele hasta las entrañas. La untadura  le genera tal dolor que el mismo Hércules pide que lo maten para acabar con su agonía.

Sus exequias duraron siete días… Pero, ni la fuerza más poderosa de un hombre podrá contra los celos de una mujer! ¿Será otro presente griego incorporado?!



No hay comentarios.:

Publicar un comentario