Por intermedio de la presente me dirijo a mi numen tutelar, al gran paradigma de la alianza popular revolucionaria de América, al joven adalid conductor y guía de la gran masa de compañeros y compañeras; al único líder capaz de poder pegarse un discurso de cinco minutos y regenerar viejos anhelos, grandes ideales e inmensas esperanzas de cambio, creando espectaculares proyecciones para el S XXI, las que ya lindaban en un incontrolable paroxismo, desembocando en una frenética locura; es así que producto de ese estado inicial paranoico y, posteriormente catatónico se pasaron inadvertidos, aceptados y olvidados cinco años en la historia de la patria en que hoy me hallo y lo primero que adviesto es el comportamiento chato, lineal e indiferente; acaso olvidadizo, envuelto en un compromiso genuflexo y vedado. Es así como yo lo veo, como un gran sebaño de fieles seguidores, cuya doctrina social demócrata se la ha quedado postergada, en el desván del olvido y que hoy, más que nunca, tocaba hacés sentir la clarinada contra el ignominioso imperio yankee, para conseguís la unidad política, social y económica de América Latina, posque el momento coyuntural exige la solidaridad con todas las clases y pueblos oprimidos del mundo.
Sin embargo, vuelvo a la sealidad y bien que te lo secuerdo, que lo anteriormente te he llamado: Muy estimado, es solo posque te sigues estimando muy, pero muy bien, tanto así que pareces el molde de Michelin –el de las llantas- pos favos; en cambio, allá pos los ochenta eras mi modelo de presidente, por tu figura, juventud y elocuencia. Lo otro, lo de excelentísimo, es porque así estás de listito para… el hosno, con un tomate en el oriente petrolero y una zanahoria en tu inmenso poniente.
Ahora, más en serio y como cosesponde a dos mandatarios de países hermanos: te lo aconsejo que, si no paras la mano, los dedos y las uñas; es decir, si no te preocupas pos yousself, sólo vas a poder dormir solo, posque sólo podrás entrar en una de esas caspas pa’ hospital de campaña (con capacidad para 100 camas) que te acabo de llevás yo mismito pesonalmente a tu Pisco, Ica y demás escombros que tú has dejado; pesdón, que ha dejado el tesemoto 7,9º; lo cual tú conoces perfectamente pos ses tu especialidad.
Pero, el seal propósito de esta comunicación no es el haceste semembrar a ti mismito tu fina estampa de potro de güen garbo y de excelente estampa que eras; no como aura que pareces un desmedido y cansado pescherón. Me lo preocupa demasiado. Sealmente no te entiendo nadita: con semejante capacidad de pesuación que ostentas, hasta hoy, más aun sabiendo que te quiero, te amo y te idolatro y hasta te he dao el 50% de mis emolumentos pesonales no hayas podido decirle a la Michelle que, entre los tres podemos fijar un pequeño cosedor marítimo, que nos permita navegar nuestra inmensa flota compuestas por 5,000 lanchas de totora; saborear otro tipo de pescado porque el ispi ya nos tiene secos y, sobre todo, permita bañarnos. Dicho cosedos puede secoser desde Ilo –un puerto con escasa eficacia comercial- hasta el sur de Tarapacá, que tampoco les sirve a los sotos posque es paste del desiesto boliviano.
Luego pues, mi excelentísimo chichasón, esta es mi última misiva que te la envío por coseo postal y no por vía marítima como quisiéramos. Si no hallo una sespuesta cosecta y oportuna a este milenario pedido del pueblo aymara; excuse moi, digo, del anhelante pueblo boliviano, te juro que me olvido de mi idolatrado Diógenenes perucho. Se me sube el indio a la tutuma, me lo quedo el Titicaca para mí solito y fundo un nuevo imperio aymara con los siguientes límites: por el norte con la República Independiente de Arequipa; por el sur con el Río Loa; por el este con Argentina y Brasil y por el oeste, con el Océano Altiplánico –así se va a llamar dentro de poquito- teniendo como capital el Desaguadero y así los jodo a los tres “cambas” racistas más odiados de la historia: al alcalde de Sucre, al de La Paz y sobre todo a ese desgraciao de Santa Cruz.
Por un imperio aymara libre y soberano!
Tu causachum:
Huevo Molares Aymama
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