domingo, 15 de junio de 2025

EL DESTINO DE LA SEGUNDA NAVE

 Una vez que nos tiramos la segunda nave del hangar más alejado de la Base Aérea de la Joya, la escondimos, deslizándola a pulso y fue escondida debajo de una gigantesca malla tipo camuflage, detrás del interminable muro perimetral de bloquetas donde no podían llegar las cámaras de video vigilancia o muy poco llegaban los vigías de turno.

Nano Zarzar y los mellizos Salazar, nuestros más confiables “socios” fueron los encargados de arrastrar la nave hasta la Panamericana y de allí, poder recoger a la segunda tandada de jugadorazos desesperados, después de haber transcurrido cinco horas de lo pactado con el primer grupo:

-Oiga, socio, se pudo comunicar con el Cachete Zúñiga o creo que jue el Chivo Neyra… pa´ saber d´iande los vais a  recoger?

-¡No, socio! Lo último que supe fue que muchos feyazos, como el  Juve Briceño, junto con los cholazos del López Olazábal, “Fité”Torres, el Chato Donald Ponce y “Cachucho” Neira; el  Dante Orihuela, “Calamina” Ramírez, jhon Salas, el Guillermo Farfán, Elard Delgado, Emilio Barra, Barrios, Tejadita, el “Tarro” Ponce, Elmer Lozada, Teodoro Talavera; además de otros coros listos para defender los colores rojo y negro del Mariano Melgar…

No habiendo podido encontrar un piloto de emergencia, el Turco Zarzar, se metió a la cabina y quiso recordar su paso por La Base Aérea de Vítor, donde apenas llegó a recluta antiguo. Se santiguó tres veces seguidas, mientras que a su lado, Percy Granda, estaba colorao como un camarón lloto, encomendando a toda la delegación que incluía utileros, personal de cocina y los árbitros Julio Oporto y “Huato Sucio, Samuelito Delgado, por siaca. Una vez en el aire, de pronto, una voz metálica salió desde la Torre de Control de la Base Aérea:

-Al piloto de la nave XYZ-123, que está sobrevolando en círculos por 30 minutos…!Identifíquese! Es una orden, ¡Identifíquese! Que estamos a punto de enviarle un par de cazas Migs M-19 y bajarlo a como dé lugar… ¡Atención, atención… al piloto de la nave…    

Fue lo último que se escuchó en la cabina. De pronto, un sacudón pareció despertar a la nave y el avión salió volando hacia el infinito, mientras el piloto cerró los ojos diciendo:

-¡Que sea lo que Dios Quiera! Y se perdió entre las nubes de aquel cielo infinito.

No sabía cómo aterrizar y su pata de copiloto, después de recobrar el sentido, le dijo:

-¡Oyga…Socio! ¡Leyauste pue las instruciones! ¡Vesto veee! Y por fin pudieron aterrizar en un descampao planito al lado del Lago de Tingo.

Una vez que cargaron a toda la gente, vieron que solo tenían medio tanque de gasolina y calculando, que su vuelo podía demorar más de seis horas, solo les quedó llenarlo con gasolina corriente, hasta completarlo con un barril de anisado y tres arrobas de Chimbango, guardados para casos de suma emergencia.

Lo cierto es que conforme a las coordenadas que les dejaron en un papelito, pegado en el tablero, llegaron al punto establecido…pero había algo que no cabía en la mente de todos los viajeros; viéndose de pronto en una pista inmensa cubierta de blanca nieve y trataron de abrir una de las ventanitas y gritar para que alguien pudiese ubicarlos y sus palabras, congeladas, se cayeron destrozadas al piso.

Obviamente, toda la delegación se estrelló contra el piloto sin saber que era un simple aficionado, pidiéndole los ubique por lo menos y así saber dónde diablos estaban cag…congelándose hasta en las miradas perdidas y temblorosas; pues estaban hechos unos ovillos acurrucados dentro de la congelante cabina de pasajeros.

Trataron de comunicarse por radio con alguien que pudiera escucharlos. Solo la nieve y más nieve, atrapada en el intenso frío y el despiadado viento que soplaba como un huracán les hacía presagiar algo así como algo del Polo Norte y, por lo tanto, estaban hasta las tapas y empezaron a rogar a la Mamita de Chapi les mande siquiera un pancito porque la espera era por demás eterna y no había como cocinar dentro de la nave.

-¡No pasa naaa! Aquí mismo quemamos un par de asientitos y nos preparamos un Té Pitiau, por lo menos pa´recobrar un tantito de ánimo y después hacemos un Chupecito de Camarones y ya tenemos pa´esperar alguien que nos ayude…porque seguramente la FAP ya hizo la denuncia y nos están buscando por aire, mar y tierra…

-¿Y por qué no nos comunicamos con los socios del otro avión?

-Porque…los pusimos en modo avión, durante todo el viaje y se descargaron los celus…

-´Tonce?

A lo lejos, se pudo divisar borrosamente unas negras y diminutas hormigas que avanzaban en sendas filas presurosas y…venían en son de guerra porque…ahora, parecían armados…hasta los dientes y aquel que parecía ser su jefe, gritó:

-¡Get out! Sudakas, terrorristas…

-¡Manan intindikichu…!

Hicieron tres disparos, subieron al pobre avioncito que temblaba todo el, y la misma voz, repitió:

-¡Get off! Y cada quien tenía un fusil apuntando en su frente.

Por Dios que se nos pasó el maldito frío y dejamos de mostrar nuestra helada sonrisa.

¡Plop!

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