MARIANO MELGAR
Por: Jorge Bernedo Paredes
Más conocido entre sus coterráneos como el
popular MM – el original- (los demás son simples relatores). Este genio prematuro, apenas abrió los ojos, bajo
el eterno cielo azul, balbució sus primeras ideas libertarias del yugo español,
al día siguiente ya recitaba versos completos de León el Hebreo, Horacio y
Virgilio; a los dos años se hablaba de tú a vos con Marco Tulio Cicerón,
habiendo dejado en el camino las producciones de Sócrates, Platón y Aristóteles
en su versión original; a los tres, ya dominaba además del griego, del latín y
el quechua, alguna terminología impropia para la mayor parte de las personas
mayores y muy propia de los adolescentes del tercer milenio.
Sin embargo, Dña. Andrea y don
Juan de Dios –su padres- más rígidos que la empuñadura de las 30 monedas por
parte de Judas, lo “envitaron” por medio de tres azotainas seguidas con chicote
de tres ramales hechas con verga de toro mañoso y junto con otras seis más que
le zamparon una tras otra, religiosamente. Obviamente, la gracia divina obra
milagros y estas fueron tan suficientemente persuasivas que lo ultimaron por convencer de su prodigiosa y
recogida beatitud, iniciándolo rápidamente en los caminos de fidelísimo acólito
de todas las misas en el templo de San Lázaro – a tres cuadras de su casa- así
como ser el monaguillo oficial de todas
las procesiones de Arequipa, las cuales en ese entonces eran 362 al año, menos los rigurosos tres días para
los endiablados carnavales, plenos de aguas y polvos que tocaban límites de la
gran flauta.
Es así que, a los cinco años ya
era mentor –a todo el mundo se la mentaba- y a los 12 tenía a su cargo la
enseñanza de latín en Seminario de San Francisco, donde, una gran cantidad de
ellos –sus discípulos- estaban jalando el curso hasta por sexagésima quinta
vez. Era, pues, digamos, todo un prodigio de sabiduría, sapiencia y
resignación. Siendo el único portador de
esta envidiable hoja de vida, ganador de todos los concursos de: “Quien
estudia Triunfa” no cabía duda que era el mejor candidato para recibir la
sotana en menos de lo que cantase un chihuanco en un día nublado del mes de
febrero.
Pero, razones vemos y corazones
no sabemos, Dios en su infinita bondad, le hizo retomar el correcto camino de
la vida y muy pronto se vio sacudido por un mortal terremoto amoroso; a pesar
de haberse recibido de experto por los sacudones venius dende el Valle de los Volcanes, tanto así, que esto último,
en sus primeras versiones le movieron el jopo y la corbata; pero por sobre todo
las niñas de sus ojos. Sí, pueee… como era tan cucufato, tenía que apuntarse
obligatoriamente todos los domingos a las misas de fiesta, las cuales se
celebraban a las 9:00, previo convite de las campanas de la iglesia mayor, la
menor, las primas, hermanas y demás parentela; cosa que así, irremediablemente
se tenía que concurrir. Pero, tantas idas y venidas, pronto se percató de un
par de ojazos que le hacían ojitos muy
coquetones e incitadores.
Este candidato a la tonsura de
San Panchito de Asís, no se explicaba el porqué de esos terremotos en su pecho:
bastaba que se entrecrucen un par de miradas y muerto el cholo. Le producía un
cataclismo que empezaba a la altura del cerebelo y se le iba hasta la punta
inferior de la columna vertebral, pero por la parte anterior. Inexplicable.
Todo aquello que había leído en Las Cartas de Amor del gran Ovidio se hacía realidad, mas recién pudo
entenderlo a cabalidad, inclusive, ahora hasta le rendía pleitesía a Salomón,
queriendo beber las mismas fuentes diamantinas que le ocasionaban continuos
calambres, cosquilleos inoportunos, hasta se creía camino a la santidad por el
estado de arrobamiento y éxtasis con sólo pensar en aquella aparte tan íntima
que le había descubierto a su Silvia, cuando se hallaba en la acequia del
Puente Bolognesi y su “escotadísimo” traje de baño le mostró algo imposible en ese tiempo: su
talón del pie izquierdo.
Y no es que María Santos
Corrales fuera diestra para patear los penales de taquito. No. Los cierto es
que no había forma de mostrarse en ropa de baño so pena de confesarse tres días
seguidos por semejante pecado mortal.
Bien, por fin, un domingo a las
doce, después de la misa, pudo acercarse a la susodicha. Había preparado cinco
décimas de pie forzado, tres sonetos e inclusive un himno a la alegría, pero
apenas la tuvo a tiro y quiso iniciar el diálogo, bastó que la musa de su
inspiración tornara suavemente la mirada y chas¡ cholo al suelo. Tardó toda una
semana en recuperar el habla, Se le había torcido la lengua y los ojos, lo cual
le permitía mirarse más profundamente. Estaba camino al inconsciente y su ego
perdió la convicción de pertenencia.
Fue en este estado que
deambulando por el Callejón Loreto, cerca de la casa de Marita, se volvieron a
encontrar. El hombre o lo que quedaba de este, recobró el conocimiento y lo
primero que le dijo fue:
-Silvia, estoy muy enamorado de
usted…
La muchachita muy turbada en su
inocencia –era 9 años menor que el infanticida MM- le contestó muy firme y
resoluta:
-Se ha equivocado, don…
-Para nada, le respondió el
apuesto varón. –Ya he averiguado –siguió, que su familia se cree de rancia
alcurnia; que su padre es general del Ejército realista; que su madre es devota
de Santa Rosa de Lima porque es blanquita; en cambio, no lo pasa a San
Martincito de Porras porque es... de ideas revolucionarias como yo que…
-Sí. Ya lo he notado por su
traje de bayeta y esos diz que zapatos comprados en Ojeda, pero más parece
rematados en los altos del mercado de San Camilo, además no sólo están
cubiertos de polvo, sino están recargados de bosta; es decir de m… Y… otra
cosa: ¿es usted profesional? ¿Con qué vamos a alimentar a la guaguas?
-Bueno, lo de los zapatos tiene solución:
los lavo en la acequia donde usted se baña todos los sábados de fin de mes a la
5:00 a.m. y ya le he visto…
-¡No siga¡ Además no puedo
seguir conversando con un hombre que por lo menos debe llevarme 10 o más añitos
y mi papito eso no lo va a permitir…
-No. No eso no es tan cierto.
Sólo son 9 y además, puedo hablar con el Padre Benedicto, quien es mi pata y
puede ponerme una edad… digamos de…
-No, Mejor…!Váyase¡ que mi padre
puede soltarle los perros y no queremos malograr el pedigree de la casa… ¡por
favor…!
Y es así que nuestro querido y
mal ponderado MM viajó a la capital para poder hacerse profesional. Ingresó a
la Universidad para seguir estudios de Derecho. Allí también se desposó con
muchas ideas libertarias y no pocas ansias de independencia.
Pero más pudo el amor por su
adorada Silvia y regresa a lares mistianos y pronto se entera del compromiso
matrimonial de aquel cuerazo de Paco Rabán que tenía medidas escalofriantes:
90-59-120 y que le ocasionaba fiebres,
desvelos y pesadillas perpetuas: todas las noches se despertaba sudoroso y
frío, balbuceando:
-No, fusilado no. A los hombres,
no; prefiero la muerte antes que ser fusilado.
El Insomne perpetuo de los Andes
se fue a Majes para recuperarse. Aquí logra su mejor producción literaria. Sólo
que la incomprensión de ese mundo tan ignorante como el de ahora, continuaba;
es así que le hizo llegar a su amada su mejor
soneto – según él- denominado: No Nació la Mujer Para Ser Querida,
recibiendo como respuesta una carta chata, inmunda y de carácter mortal, pues apenas la vio el
poeta estiró la geta y empezó a cantar yaravíes. En este momento su texto
resulta impublicable pese a los esfuerzos hechos frente al editor; actitud por
demás comprensible y largamente esperada de quien no sabía nada de preceptiva
literaria, tal como usted bien la conoce, mi estimado.
Sin embargo, el amor y su
enamoramiento terco como una mula y sin alusiones a ninguna candidata, “lo
rempujaron” para seguir insistiendo en este socorrido renglón poético con la
creación de tres famosas fábulas dedicadas, la una a su futuro cuñado; pero
cosas del destino, éste era más ciego que un topo y tuvo al desgracia de ser el
escogido de MM para dedicarle la composición titulada: El Murciélago,
recibiendo a cambio inmediata repulsa por parte su factible hermano político,
quien juró sacarle la michi junto con
con su papito y mandarlo a fusilar por 50 cachacos. Casi igual respuesta fue la
obtenida del cuasi suegro, a quien le dedico la otra fábula intitulada: El Asno
Cornudo y para colmo de la ingratitud, tampoco fue muy bien recibida la
tercera, dedicada a su fiel mujer – la de su suegro- : La Ballena y el Lobo,
cuya versión primigenia era: El Ballenato y la Loba.
Demás estuvieron las razones
esgrimidas por el insigne poeta. Como se mencionó anteriormente, la fulana no
sabía ni entendía nada de versificación ni lenguaje figurativo. Lo cierto es
que esta última composición le permitió enterarse de las continuas escapadas de
su vieja so pretexto de meterle tres
rosarios al hilo (dobleteando por la mañana y por la tarde) para ser escuchada por Santa
Rosita.
Muerto en vida prematuramente,
MM se enteró de la rebelión de Mateo Pumacahua se hizo su pata y en el Combate
de la Apacheta le sacaron la mugre a los realistas. Convirtiéndose MM en
precursor de adivinos y parasicólogos al decir proféticamente: “Españoles de m…
en menos de 9 años, con 9 meses y 9 días…Arequipa, perdón, el Perú se librará
de ustedes por los siglos de los siglos, amén¡
Luego se dirigió a Humachiri,
donde la cosa le resultó al revés: perdió la batalla y perdió su musa; pero lo
que más le dolió fue perder su caballo y perder la vida. Fue fusilado a los 25
años en el mismo campo del combate y una vez más se cumplieron sus proféticas
palabras: “seguiremos esperando por noventa veces nueve años independizarnos
del yugo español y algunos otros vecinos del sur que empiezan a decir que
Arica, Tarapacá y Tacna son suyas”.
Salve, Mariano Melgar, precursor del
romanticismo, de nuestra independencia y de los parapsicólogos que somos de
verdad.
Sofobernedo.blogspot.com
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