Que la venganza mata el
alma y la envenena, es una sentencia que, en este momento me llega al
izquierdo, al querido choche que mora entre boxers, pero es un poquito más
desarrollado; el mismo que no aguanta pulgas, chinches ni garrapatas o todo
aquello que le huela feo, como es una traición a los ideales, una salvaje
perrada o un ataque a mansalva; mucho menos, aquellas heridas inolvidables que
comprometan mi pellejo por más ajado, colgado o misio que se encuentre; pero lo
que ha hecho esta China de miércoles no tiene perdón de Dios, ni del Trío Los Panchos:
de Sales, de Asís y Solano, así los pare de cabeza; mucho menos para este su
presidente institucional del Santos Mnemes F.C.
-Pero… my dear San Coco Pelao,
esto del origen del Coronavirus; dado, perfeccionado y exportado desde la
China, dizque ha sido por una mera y pura casualidad… según esos miopes come-latas,
a quienes se les ha ido de los dientes lo vilu, a eso poblecito jalalito que
solo les quedaba “leculí a eso sabloso latita con alita”, ya que el arroz
sintético les estaba ocasionando un constipado intestinal de la g.p. que los
tenía “tle hola pujando nel baño, sin polé hace ni miela”, y poleso habían
subido de peso increíblemente de la noche a la mañana y, lo peol, ante tanto
atoro del desagüe “taban má chinito, taviya”. Es decir, jodido santo de mi
devoción, comprende que lo ocurrido ha sido por pura necesidad…
-¡Necesidad de cerrarnos el
caño a “tle mi cojulo etlaño, infiele e capitalita lel ocilente”, además de
mantenernos presos por 15 días, sin opción de ver a nuestras chinas, a no tener
transeúntes de dónde sacar un poco de billete p´al día-día; y de terminar
tirando ratas de dos y cuatro patas… Pero no, ¡este no es el caso!
-¿Tonce? No vas a decirme que
se trata de… la esperada vacuna ¿o nooo?
-¡Naranjas, choche! ´Tas
más lejos que la China Insular de la continental, porque el pregonado antídoto
recién estará preparado para fines de abril… en caso que haga efecto positivo al
ser inoculado en animales… empezando en los de América Latina, a pesar que
somos sus proveedores de materias primas más baratas del globo; pero así son
estos hijos de la Gran Repú…blica y del Río Amarillo…
-¡Tonce… ´tamo jolilo!
-¡Of course! Ni siquiera
debemos pensar en amenazar a la China Imperial, porque ellos no tendrían la
necesidad de meternos una bombita en caso de declararles la guerra por habernos
regalado un nuevo virus capaz de hacernos volar con una fiebre con más de 40°, con
una moquera para recogerla en baldes y terminando con una tos que te hace botar
los pulmones en cada acceso; de otro lado, por otorgarnos 15 días de asueto
obligatorio; “lado que chinito liciendo: esto lejano paliente lel oto lalo se
muelen le lisa pol tené una calamilá má… yuna laya má a eto cojulo… lo va
fetejá y se va chupaaaal…
-¡Tonce, ¿de qué se trata,
gran jefe Tigle Encelalo?!
-¡De mi China! ¡Cómo la
extraño!
-¡Ahhh… ¿de la Chata?
-¡Sí, de la Cheché! De la
Chata china, quien apenas le soplaron del Estado de Emergencia, se mandó a una
playa solapa de Camaná y desde allí, me saca cachita, rogándome que vaya
-aunque sea a patas- sabiendo que es misión imposible… Pero a estas alturas, de
solo pensar en mi encierro, ya estoy amarillo de pura rabia y además he perdido
mis lentes y estoy miope al 1000%, hasta mi modo de hablar está cambiando de
solo pensar en esta China de miércoles… ¡Pelo chinita ta jolila… apena la tena
mi blazo, le leclalo toque le quela y etalo le sitio po sei mese y va comé pula
lata!
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