lunes, 13 de noviembre de 2023

ENCUENTROS CERCANOS DEL V TIPO

Acostumbrado a sus formas limitadas por su pequeña carcaza metálica y rectangular que permanecía desde siempre callado e inerte dentro del bolsillo derecho de mi camisa, hasta que por razones ajenas, lo obligaba a zumbar, sobresaltado y temblando, tantas veces como reclamaban sus agudos y esperados pitidos; los mismos que, a la larga, se fueron colando de costilla en el fondo de mis sentidos afectos; al punto de convertirlo en un elemento fiel e inseparable y confidente único, pues, tras cada llamada me hacía cambiar de ánimo y esa cara de poto que mostraba cólera e intolerancia habidas, apenas sonaban sus musicales tonos, mágicamente se transformaba en el bondadoso Dr, Jekill, sacando de la manga una mueca de alegría o una inesperada carcajada interminable después de haber perdido otro tornillo gracias al mensaje recibido.

Tanta fue nuestra patería que incluso le puse su “chaplín”, llamándolo secretamente: El Correo del Sar…casmo, después de haberlo imaginado volando sobre un brioso smart corcel. Pero no recordaba  cuánto tiempo lo tenía, ni cuántas veces tuve que llevarlo al taller para hacerlo reparar o le peguen un buen baño de sus partes íntimas; digo, de sus complejo mecanismo interior; sin embargo, allí estaba, al pie del cañón comunicacional y siempre listo para difundir las últimas de fulanita y lo chistes de menganito en esa serie de mensajes que se multiplicaban de un tirón, sobre todo tratándose de jocosos chismes, las últimas nesws, o los repetidos videos cargados de ligera porno que ayude a completar la escondida charada, la subliminal mofa o la crítica ácida que nos alegrara la vidú.

Y en mi apacible mente no podía caber otra forma de floro o de raje… pues en tal entonces, la relativa velocidad de las postrimerías del S XX, su lento avance en tecnología y la limitada evolución de las comunicaciones exigía una modesta manipulación de ese ladrillo comunicacional de una manera personal, pero muy simple:

-¡Oeee…sobrino… ¿Y cómo puedo mandar un mensaje a través d´este aparatito?

-¿Y para qué la quieres, tío? Tan solo es pa´la gentita chibola… y tumbes ya fuiste…

Por todo ello, en esos tiempos me computaba desfasado, solano, triste y abandonado; calificando, ipso pucho, como un reverendo asnalfabeto comunicacional... Cuando, he aquí que, por azares del destino o de alguna feliz equivocación, me cae un modernísimo celu y de solo ver su elegante cajita, sus impecables accesorios y las posibilidades infinitas, al toque me resultaron intocables para mi limitado dominio; sobre todo, al ver su nuevo formato y los raros elementos de su pantalla que parecían una ensalada de jeroglifos imposibles de digerir y en el fondo, me iban asesinando emocionalmente y me mandaban derechito al exilio al ser un viejo usuario totalmente desentendido; aquel que se quedó tirando pestaña allá en el S XX y que todavía seguía manipulando su antiguo teléfono  dando manilla o manivela para poder buscar la línea… si es que no había corte de energía…como de energía mental.

-¡Oeee…tío…! ¿Y tú, para qué diablos quieres ese smartphone 15… si no puede ni realizar un simple mensaje? Mejor… !Me lo pasas! ¡Es mucho pienso para tanto burro!

Y casi lo cambio…pero, apenas esta última versión estuvo habilitada con mis datos, solo tuve que acercarme a su multicolor pantallita y, al toque, me reconoció, pronunció mi nombre y dijo claramente el nombre de quien me estaba llamando…

-¡A chu…pa! No solo me llamó por mi nombre, inclusive supo quién era la chicoca que llamaba…Mañana mismo me matriculo en un Taller de Aprendizaje…Si bien, en este momento, sé que me falta un huevo por aprender la mayor parte de sus aplicaciones de esta diminuta compu… Y la próxima semana me matriculo en el Taller II.

Todo parecía andar de las mil maravillas; sin embargo, no pudimos (es una disculpa), no pude trabajar a gusto con aquella aplicación dedicada a la música denominada Spotify y empecé a buscar nerviosamente la música de mi preferencia. Habría pasado unas cinco horas y seguramente, de casualidad, habría presionado algún otro control, cuando surgió inesperadamente un círculo inferior en movimiento continuo que me sacó del quicio y, aún más.

De pronto una vocecita, clara y precisa dijo:

-Jorge, ‘qué es lo que deseas? Si gustas, te comunico con fulanita, que es tu contacto preferido; te busco un dato; ¡Anda, consulta cualquier tema y al momento tendrás las respuestas más objetivas, certeras y últimas…!Hazlo! -A verrr… soy Siri, tu permanente ayuda…

Totalmente sorprendido por esta clavada de frente y sin anestesia, quise preguntarle algo referido a la Ciencia… a la Filosofía; nooo…mejor una pregunta sobre trigonometría y la canto… ¡No, creo que es muy pronto para ponerla a prueba… Mejor, la meto en un tema más íntimo:

-Siri, me siento solo… Y quiero que me consigas una amiga para…

-¡Ya sé que permaneces solo y está mal! Si gustas puedo conseguirte terapias musicales, especialistas, coachs…citas telefónicas,etc.etc.

-Prefiero una dama de compañía…joven, guapa y que se adapte a mis necesidades…

-¡Al instante! Estate atento que, en instantes, te va a llegar una muñeca que es todo un bombón…ya sé que las prefieres tipo veneca A-1, culta, experta y toda una gata ella; pero tu tarjeta de crédito no aguanta el monto programado…

-¿No es en alquiler… o por horas?

-¿´Tas tú? Es para cubrir por siempre toda tu vida solitaria… ¡Consigue otra que disponga de mayor crédito! Si es que realmente deseas satisfacer…

-¡Bippp, bip, bip…!

 

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