miércoles, 22 de junio de 2016

EL CULILINGÜIS

     

Doctor Fast:
Espero que le llegue esta comunicación porque su correyo on-line me lo copié del diario de la Srta. Virginia, quien anteriormente le contó sobre sus ataques de “amor ardiente” que sufría todos los lunes y martes, religiosamente (sin que tenga que ver para nada el cura ni la iglesia). Pero lo mío creyo que no debo hacerlo saber a nadies… porque si se entera la señorita, diaseguro que me bota del trabajo. Yo soy su nana. Resulta que el hermano menor de la Vicky ha ido varias noches a mi cuarto y mi´ha dicho que está enamorau de mí hasta el culo. No le creíya, pero él me ha jurado por todos los santos y su santa abuela que me dice la puritita verdad y se va a casar conmigo aunque sus padres no quieran! Bueno, pero lo malo de esto es que no solo me dice malas palabras cuando hacemos el amor, sino que últimamente me ha dejado un libro que se llama Kamasutra y yo le pregunté qué significaba y él me dijo es el “arte de la cama” y me encargó que mia´prienda de memoria toda la teoría porque él me enseñaba la práctica. Pero hoy tengo un gran despelote de la gran flauta y mis amigas tampoco lo saben: él me dijo: --¡Vamos a practicar el culilingüi! … Y que me aliste pa´la próxima encamada! Por mi joven prometedor yo puedo hacer todo lo que quiera… pero esto del culi… no me inspira mucha confianza… aunque ya me lo imagino lo que quiere… pero necesito su ayuda… doctor, ¿Qué tengo que hacer? Gracias.
                                                                                  Esperanza de los Aros, San Juan de Loro

Estimada Esperanza: sí que estás en un verdadero problema; no por el culilingüi (que por allí no va la cosa), sino, porque este vocablo, digo, esta palabrita encierra mucha significación y goce para las chibolas que como ustedes saben sacarle el jugo a la cuestión; es decir, que saben o están practicando para llegar al disfrute supremo de sus actividades encamatorias.
Su verdadero nombre es cunnilingus y no como tú lo llamas porque su sola pronunciación encierra etapas posteriores que también alcanzan ribetes de delirio, pero, respondiendo a tu  consulta lo que debes hacer es lo siguiente:
1° Esperar el próximo encuentro de la mejor manera posible, digo, con muchas ansias –como siempre debe serlo-, teniendo mucho esmero en preparar tu vulva o tu sexo porque allí está todo el asunto y sé que lo vas a disfrutar mucho; sin embargo, no extremes cuidados y vayas a bañarla en perfumes, cremas o lociones al por mayor que pueden provocar efectos contrarios: ardor, picazón o un embarre general de tu pareja y vas a creer que es otra persona;
2° No mostrar exagerada sorpresa si ves que tu galán se te desliza hacia abajo tomando atajos desconocidos; es decir, besando apasionadamente como siempre (supongo). Empezará en los labios, luego desesperadamente bajará por el cuello, los hombros, atacando con vehemencia las chichis, para luego llegar hasta el punto cero. De allí tomará por asalto la plaza entera, hasta llegar al centro de convenciones y convertirse en el protagonista que deliciosamente te lleve a sitios inimaginables. Tu participación puede tener dos alternativas: a) Permanecer delicadamente dispuesta a “sufrir” todas frotaciones, chupeteos, dando pequeños o grandes movimientos que te permitan disfrutar al máximo lo que estás viviendo por ser la inauguración. Si cogiste suficiente confianza ya estás lista para el siguiente zarpazo; b) Tomar decididamente por los pelos la cabeza de tu fogoso amante y dirigirla tenazmente hasta conseguir los sitios más intensos; el movimiento será gradual, yendo de fuerte a extrafuerte, de acuerdo al nivel de goce conseguido. Mas ten cuidado de no perder la ecuanimidad porque tu explorador amante se puede quedar sin pelos, sin nariz o metido hasta las profundidades del averno, y de allí, podría tomar otros rumbos.
3° Retomar cada una de las recomendaciones que se hallan en la sexiclopedia india. Aunque lo mejor sería que vayan leyendo hoja por hoja tratando de ponerlas en práctica. Pero dado el calentamiento obtenido ya no estarán en condiciones de leer, menos de comentar o imitar las ilustraciones; porque sus cerebros estarán quemando al rojo vivo y convendría tomar una ducha bien helada y tener a mano el número de los bomberos porque puede haber amago de incendio. Total, tienen toda la vida para leerla y releerla; salvo que se entere la señora de la casa… mientras tanto, buen provecho!
                                                                              


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