lunes, 15 de enero de 2024

TIRANDO LAS DEL TAROT

 Hoy, más pareciera estar dándose muchas cosas propias de otros mundos, de otras realidades o de otras circunstancias; pues a poco de haber asomado tímidamente nuestras mitras en busca del primer aliento vital, nunca nos imaginamos que seguiría siendo de existencia incierta y temblorosa desde estos primeros minutos del 2024 y queriendo dar esta inicial bocanada de oxígeno que nos asegure alguito de paz y tranquilidad en nuestro horizonte; sin embargo, desde el saque, nos está tirando un gancho recontra bajo; tan bajo que nos viene cual recto mortal en los mismos cocos. Si bien ello podría lindar entre lo factible, posible y realizable; pero nunca sería inconcebible, inesperado e impensado de tenerlo apenas a unas cuantas horas del 31 de diciembre del nefasto 23…

Sobre todo, cuando nosotros,  a resulta de haber quedado en puro hueso y pellejo, solo nos restaba puros huecos en los bolsillos; aun así, idealmente llenos… de deseos y con una mente full esperanzas, luego  de haber permanecido cinco interminables horas postrado de rodillas implorando a todos los santos por un buen biberón cargado de buena leche; entonces, únicamente nos alumbraba un lógico resultado: por lo menos, ya deberíamos estar derramando dulces aromas a leche; aunque sea a leche materna fresquita por lo breve de nuestros inicios en este 24; pero, perro destino a la vista, la realidad nos pinta un mañana cargado de pura y neta mermelada que solo quiere regalar sus olores a miércoles  desde esta corta salida.

Pero algo que ya se venía venir desde el pasado Día de Difuntos sucedía desde noviembre último, pues la masa entera, parecía haber oteado en la proximidad el montón de porquerías que nos está por caer en camionadas a todo Perusalem; dado que el maldito destino por venir, no contento con sus arrimadas pandemias que más parecían urgidas venecas que nos chaparon como trapos íntimos y al toque nos declararon ilustres huéspedes y sus chamos más ilusos de América; por ello, nombrados clientes permanentes con derecho preferencial y un descuento del 5% a partir del tercer servicio. Sin embargo, toda esta seguidilla de malos presagios en una cadena interminable, solo nos aseguraba toda una serie de desgracias, descalabros, con el agravante de cero biyete; ¿y una gota de buena leche? ¡Ni por asomo…! A menos que…

Nuestro salvador instinto de conservación, viejo luchador en estas lides más que bicentenarias, siempre acudirá en nuestra salvaguarda y esta vez haría aparecer en nuestra mente algunos asomos de esperanza, de fortuitos deseos y posibles compensaciones vagando en la socorrida astrología, quiromancia, cartomancia y demás mancias… Y es solo así, que siempre recurriremos a la otra lectura; es decir, a la más fácil y comercial lectura de…  cartas, de hojas de coca, figuras de cera derretida y de estúpidas caras de tontos voluntarios; respaldados por un sinfín de adivinos, videntes, pitonisas, hechiceras; clarividentes, taumaturgos, agoreros y demás ocasionales aficionados para hacerla de Rasputín o Nostradamus criollos, donde, a cambio de algunos biyetes, leerán debajo de la mesa, sus mil y un presagios que nos harán escuchar con la boca abierta y los ojos desorbitados esa lengua imparable capaz de hipnotizarnos y creer a pie juntillas aquello que nos va a pasar en el 2024… ¿Qué debemos esperar, entonces?

Después de vernos embelesados por ese jugo de lengua incontenible, la serie de bondades en camino y la felicidad próxima venida por costales, tutilimundi, buscará afanosamente aquel vaticinio que por más estúpido o loco le suene posteriormente, ya repuesto de la hipnosis, todavía espera que su buena leche pueda concederle un huesito de bondad en su futura perra existencia; luego, estará presto a escuchar, aun sabiendo de antemano que no puede esperar, entre otras cosas:

1° Que en cuanto a su menguada e inexistente economía... ¡Otra vez ya fue! Y el pobre perro quedará otra vez cabizbajo y desfalleciente en el sitio; pero, en cambio, seguirá estúpidamente sonriente ante la absoluta seguridad de poder aumentar… sus inmensos vacíos, porque si hasta ahora permanecía con los bolsillos más planchados que nunca…ahora, solo tendrá que estirar ambas manos para tapar los grandes forados de su fundillo y solo contará con aquello de tirar más números falsos…y conseguir algunas otras que tapen sus desfalcos cometidos… ¡Pero eso es huevo!

2° En cuanto al amor... los designios del más allá le recomiendan seguir insistiendo con la esquiva prima llegada de Tarapoto quien no es tarapotina, sino, tarapotona; pero no quiere atracar. Menos mal, que aún le queda las ricas venecas de la otra cuadra; las mismas que antes de ayer, huyendo de una redada, se les cayó los posteriores aumentos y quedaron bien planchaditas; mucho menos recomendables, aquellas   ricas rubias A-1…del C-342, porque ya se confirmó que son sus machos disfrazados de llegaditas venecas puestas en el mercado;

3° Referente a nuestra selección de fútbol... mejor se las mando sin anestesia: tampoco vamos a clasificar a pesar de haber cambiado el santificado millonario Gato Seco de Gareca, por el añoso Coco Fosfati, quien inicialmente se hacía el tercio, pero desde su alto ciprés estuvo como un buitre, a la espera del suculento botín hallado al final de su Arcoíris…estando convencido de las precariedades fulboleras del medio… pero ya sabía que tan solo era cuestión de seguir dale que dale a las promesas y las matemáticas; total, la mejor hinchada sigue siendo así de ilusa… y finalmente, la política de un DT exige convertirlas en posibles obligaciones; es decir, en obligación de seguir animándolas por las puras nuevas.

Pero nada de esto ocurriría si dejásemos de tirar tanto... Las cartas del Tarot.

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