domingo, 6 de abril de 2025

!ASÍ TENIBA QUESER!

 Sí, peee…pareciba qu´iba a cayernos un aguacero de padre y señor miyo, porque aquel atajo metiu entre los bordos crecius a cada lado d´iaquellos topos sembraus d´ialfalfa crecida y listita p´al primer corte, apenitas dejaba aguaitiar el camino señalau por las champas gastadas por tantito trajín y´abiya que amarrarse bien los caucachos pa´cruzar las chacras qu´iban a dar justito a esa parte  de la lloclla que daba justito a la parte d´iatrás de mi racay; pero allí también teniba su caminito escuendiu entre l´arena y las piedras pa´chimbarla en este tiempo de lluvias; luego, luego, treparla del otro lau y salir por fin a mi huerta.

Y´iba a saltar la sequia que pasaba por detrás de mi  huerta sembrada de maíz  y qu´esta vez siabiya creciu d´iademás y pa´dentrar a la casa, solo las patas bien entrenadas conociyan de memoria por ande yir sin tocpiarse con algún tocolo apareciu de tanto en tanto. Entonce, me pareció oyir el canto de un chihuanco y sabiya qu´iba llover sí o sí. Me quité mi sombrero huacali  pa´poder avanzar mejor, cuando de pronto, pude katiar a mi prima, la Ruperta; quien escapando en sentiu contrario, trataba de montarse sobre el muro de adobes que cerraba su hurta y miraba pa´un lau y otro: (de quién se escuende esta bandida? Ahhh…d´iaseguro que sev´escapar pa´verse con el zamarro del Tomás, bien conociu com´uel Gavilán Pollero…Entonce…es verdá qu´esta bandidita que me traye d´iun ala, y´encontró quien liaga sentir mujer… Y sin quererlo, sentí que dos chorritos bajaban presurosos por mis cachetes y dentré más apurau que nunca hasta mi catre, sin saludar a nadies.

A la mañana siguiente, nos encontramos justo en la seqiua de donde sacábamos dos latas de agua cada uno pa´llenar las chombas y meterle un tantito de cemento pa´que pueda asentar y así quedar lista pa´los diversos qu´iaceres de la casa. Nos miramos como de costumbre y´ella trató de mostrar una sonrisa pero estaba más coloradita que nunca.

-¡Hola, Tita, qué linda estáis…!

-¡Hola, Tomasito… no me digáis así, porque me lo gua creyer… Y se puso más coloradita…

-Anoche… cuando estuve dentrando por la huerta a mi casa pude verte…

Alzó las dos pesadas latas chorriando agua  como si jueran dos plumitas… Y patitas pa´qué te quiero, pareciba volar por aquel callejón que daba  frente a su casita. Más apriocupau que nunca, sentiya que mi corazón se saliya por la boca y aquella sospecha, s´iaciya más cierta y dolorosa en mi pecho. Recordaba, alguna vez, ambos atizando la concha p´ervir la chicha, saqué juerzas dend´iadentro y le dije cuánto la queriya, que no podiya aguantar más y que sabiya qu´ella tamién sentiya lo mismo.

D´iun momento a otro, con la pucuna, trató de acomodar la huacacara seca que serviya como combustible pa´la concha, dishenso así:

-Tú bien sabes que también me gustas…y mucho; pero somos muy koros pa´meternos en camisa de once varas; además, si se llegan enterar mis padres…d´iaseguro que me van a castigar… Y peyor, si s´enteran los tuyos, que son más jodidos, d´iaseguro te rompen el lomo…por dedicarte a cosas que son de mayores…

Y´estaba tentadito a decirle: te vido,  casi de anoche, trepando el muro d´iatrás con el mantón puesto, huaspiando a tiutos los lados…como si jueces a cometer algo…

La miré fijamente a sus hermosos ojos que resaltaban más por la lumbre de la candela. Bajó la vista y, medio temblorosa solo pudo replicar:

-Tomasito…lo nuestro no puede ser…somos menores d´edá…tenemos mucho tiempo por delante…¿Pa´qué te apuras? Dale tiempo al tiempo y vais a ver que en un tantito así podremos ser enamorados y tal vez podamos casarnos y…

-¡Solo quiero que no me mientas! Eres lo mejor que mia podiu dar esta vida de miéchica y solo tú eres la dueña de mi corazón…Ayer, cuando dentré por la huerta…

Me cortó de un sopetón, voltió la cara y me dijo:

-¡Hay una chica que se muere por ti!

-¡No me importa, así seya la reina del mundo…solo tú…

-Dejáme decirte de quien se trata y después me cuentas lo que pasó anoche…

-Bueno, decíme, ¿Qué es lo que sabes? ¿O t´estás inventando por salir del paso?

-¿A que no t´imaginas?

-¿De quién estarís hablando? D´iaseguro que debe ser alguna de tus amiguitas…

-¡Tamién es tu amiga! Y mia dicho que se muere por ti!

-¡Anda, mentirosa! Si vos sabes que solo hay una chica para mí… y´esa eres tú…

-¡Dejámeee terminar…que s´está apagando la concha y nos van a romper el lomo… Ellas es una chica muy guapa…del segundo de media…

-¡No me interesa! Dime que sí… y avivamos la candela…

Seguiya hablando y no me daba la cara pa´mirarla de frente. De tanto en tanto, pareciba secarse la frente o los ojos…No podiya delatarla, pero me herviya la sangre al saber que ta solo eran disculpas para o hacerme sentir mal. Pegó un juerte suspiro y me dijo:

-Ella es una gatita que te ronroneya diya y nocha, pero tú ni siquiera tenís ojos pa´ver lo qu´está sufriendo solo por una mirada tuya y me lua confesau como si juese su´ermana…

-¿No em digáis qu´es la gata de la Anselma? Nunca m´iba imaginar que esa chichipa si´abiya fijau en este maltón que solo tiene ojos para ti.

-¡No seyáis malo! Mira que te luestoy dishendo casi a la oreja…porque mia pediu que jure nunca decirlo y menos a ti…

No aguanté más el sofocón que estaba haciéndome chorrear mi mala suerte.

-¿Por qué teniba que ser así?